Tras una ligera recuperación, como consecuencia del ataque a París por parte del Estado Islámico, el precio del petróleo ha caído considerablemente en estos últimos días hasta llegar a 40.35 dólares el barril de WTI y a 44.14 dólares el Brent (referente para Colombia), el pasado miércoles.
El crudo que exporta Venezuela bajó a 34 dólares. Según el presidente Maduro, este es el fruto de la manipulación de los mercados por parte de las fuerzas imperialistas.
Entre los factores que más han incidido en el bajonazo de la cotización internacional del petróleo, que en los últimos 16 meses ha caído 64 por ciento, están: la eliminación de las sanciones a Irán y el anuncio de que Estados Unidos se convertirá, a partir de este año, en el mayor productor mundial.
El crecimiento de la producción del crudo en el país del Norte, debido en gran parte a la aplicación del método Fracking para su extracción, está generando presiones para que las autoridades levanten las condiciones vigentes desde 1971 y permitan su exportación.
Este es un gran avance, pues durante más de 40 años Estados Unidos fue un importador neto del denominado oro negro. El consumo diario actual de petróleo en este país llega a 19 millones de barriles, equivalente al 20 por ciento del consumo mundial actual (93.3 millones de barriles).
El convertirse Estados Unidos en exportador de crudo representa un ahorro para sus habitantes, generará nuevos empleos, aumentará el ingreso por impuestos y reducirá su déficit fiscal. Pero en economía, casi siempre, lo que es utilidad para unos representa enormes costos para otros.
Por esto, el impacto negativo de la entrada de un nuevo competidor al mercado lo recibirán los países que basan sus exportaciones en el petróleo, empezando por la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) de la cual hacen parte Venezuela, Arabia Saudita y Ecuador, entre otros.
Para Colombia, la pérdida de un cliente y el ingreso de un nuevo competidor al mercado le producirán enormes pérdidas económicas, pues el petróleo representa el 56 por ciento de sus exportaciones. Para Venezuela las consecuencias serán más graves teniendo en cuenta que el crudo en la República Bolivariana representa el 96 por ciento de las ventas al exterior.
El mandatario bolivariano anunció esta semana que presentará una protesta diplomática a Estados Unidos, por el espionaje de que ha sido objeto la petrolera estatal PDVSA durante la última década.
La competencia cada día es más dura.