La movilidad en la ciudad sigue siendo caótica, puesto que la instalación de la nueva red semafórica, no cumplió con las expectativas en materia de control o de tiempos de espera y aún tengo el presentimiento que su sincronización no tuvo la rigurosidad requerida.

En anteriores columnas, me pronuncié sobre las serias debilidades del sistema y el malestar ciudadano, pero infortunadamente no se hizo nada al respecto puesto que aún hay intersecciones que el cambio de rojo a verde dura menos de diez segundos y otras menos importantes, algo más de un minuto y ese detalle en movilidad es eterno.

Sin embargo, hace unos días el estudiante y próximamente ingeniero industrial Felipe Cáceres, presentó ante el Secretario de Tránsito de nuestra ciudad Mayid Gene y al gerente del Consorcio Servicios de Tránsito y Movilidad de Cúcuta, su trabajo de grado: “‘Propuesta de asignación de ciclos semafóricos para la disminución de la congestión vehicular en la ciudad de San José de Cúcuta, empleando modelamiento matemático”.

Es importante destacar, que la joven promesa de la ingeniería obtuvo la mayor calificación académica que un claustro universitario puede otorgar (Tesis Laureada) y sumado a lo anterior, su noble intención de resolver un problema que se pensaba resuelto, pero no está ni será.

Cuando el brillante estudiante terminó la exposición y escuchó por parte del gerente las excusas por las cuales no se podía hacer realidad su sueño, ante lo cual y pese a que se pusieron de presente las soluciones, la esperanza de volver realidad un modelo matemático, fue abortado por el representante de la administración y el contratista, quien luego de embarrarla con su actitud, quiso remendar en sus declaraciones pero ya el daño estaba hecho. 

Según el titular de la noticia publicada por este importante medio de comunicación: “Sentí que me dieron en la cara con la puerta” no era para menos y lo más triste del asunto, es que presuntamente las personas a quienes iba dirigida la presentación de tan necesario trabajo, no tenían ni idea de lo que estaba hablando el tesista puesto que dichos modelos se basan en estructuras matemáticas que de seguro no pudieron entender los interlocutores y prefirieron derrotarlo sin argumentos.

La explicación del gerente del consorcio, es casi una confesión de lo que no debió aceptar antes de obtener la firma del contrato, habida cuenta de la posibilidad de que existió un inventario de lo que iban a administrar y por tal motivo la justificación para no aceptar la propuesta académica, presumo que tuvo que ver con la obsolescencia del hardware existente, pero así todo achacoso, lo aceptaron.  

Desde mi columna felicito a Felipe Cáceres, que dio la pelea en franca lid del conocimiento, al igual que sus tutores, frente a la necedad y pocos conocimientos en el tema, demostrados una vez más por el responsable de la movilidad en la ciudad y la arrogancia del gerente del consorcio que sin mayor vergüenza trató de mitigar la torpeza a través de vagas explicaciones.

Para Felipe y su familia, mi voz de solidaridad y reconocimiento de un trabajo de grado oportuno y necesario para la ciudad. Sería oportuno que nuestro alcalde lo escuche.