No es fácil hacer un inventario de lo mejor que nos pudo haber pasado en el país en el año que se va. Curiosamente las buenas noticias están asociadas a la realización de hechos o actos que debieron haberse hecho en un Estado que funcione. Así, una de las mejores noticias fue las protestas pacíficas de los estudiantes que lograron, después de varias marchas, doblegar al gobierno hasta que les reconociera una deuda histórica que se tiene con la educación pública. Hay otra, por el mensaje de decencia y ética que envía al país un importante funcionario, la del director de Medicina Legal que renunció, el Doctor Carlos Valdés, por el error en que incurrió al equivocarse al anunciar una de las pruebas en el caso del ingeniero Pizano. En un país en el que funcionarios del más alto nivel, pasando por el ex presidente Samper que a pesar de las evidencias sobre dineros de la mafia en su campaña nunca renunció, esa actitud de decencia pública del Doctor Valdés la convierten en una de las noticias del año.
Y otra, la muerte “del Guacho” en el sur del sur del país, que se lleva secretos sobre las causas de la muerte de los periodistas ecuatorianos. Esas son algunas de las buenas noticias en el 2.018, balance que por sí mismo es preocupante.
Y desafortunadamente en esa misma línea, otra noticia importante, la del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que en una acción popular acaba de condenar a pagar más de 880 mil millones de pesos a los socios que estuvieron involucrados en el caso de Odebrech. Irónicamente es buena noticia la sentencia de un Tribunal, que contrariamente, si las cosas hubieren ocurrido normalmente, sin anomalías ni corrupción, la justicia no habría tenido que operar. Pero así andamos. Otra buena noticia que pasa desapercibida es el descenso en el número de muertes violentas comprobadas que ha tenido Colombia después de la firma e implementación del acuerdo de paz, a pesar del clima de incertidumbre que se apodera de la gente.
Hacia el próximo año, a pesar de la incertidumbre política y dificultades que atraviesa el mundo, podría haber una buena posibilidad para la economía nuestra. En estos momentos, en los que China y Estados Unidos afrontan una guerra comercial y frente a la cual se han dado un espacio de 3 meses, aun así, se estima que la economía de China podría crecer entre un 6 a 6.5%, circunstancia que la podría llevar a comprar nuevamente materias primas a algunos países de América Latina, y esa coyuntura podría favorecernos. Esa es una posibilidad hacia el 2.019.
Una noticia un poco curiosa, bonita, que se presentara en la navidad del año pasado en Oslo, originada en una columna que escribí en este periódico sobre un matrimonio de un noruego que trabajaba en un campo petrolero, y una amiga colombiana, y la empresa noruega una vez se enteró que él viajaba mucho a Colombia, le prohibió venir por razones de seguridad. El noruego se convirtió en un defensor de Colombia, defendiéndola, hablando de sus bondades. En su momento escribí aquí una columna diciendo que ese era el mejor embajador que teníamos en el exterior. En los días de navidad, el noruego hizo una reunión, recortó la columna y entre otras cosas se la regaló a sus amigos para que conocieran algo de Colombia. Feliz navidad.
