Yo aún no he tenido la oportunidad de meter en mis escritos las dos palabras de moda: empoderar y resiliencia. Y no es que esté desesperado por hacerlo sino que siento cierto complejo porque creerán que estoy atrasado ya que todo el mundo las utiliza, a diestra y siniestra. Hay una locura por ellas; tengo la impresión de que la gente se da tono usándolas, así no las entienda ni las emplee en el momento adecuado. Parece que dan caché.
En estos días de campaña para las elecciones del 27 de octubre no hay programa ni candidato que no convoque al empoderamiento y a la resiliencia.
Valgan los ejemplos: empecemos por ellas. En estos día leí en La Opinión: “…la mujer debe empoderarse, por ejemplo, no quedándose callada ante hechos de violencia y buscando ayuda profesional”. Sí señor: que se paren como machas.
Ahora, el empoderamiento y la resiliencia pueden andar juntos. Eso aconsejó un experto en seguros: “los seguros son ese instrumento que transforma la vida de las personas y su entorno, protegiéndolas de riesgos y empoderándolas para que sean las resilientes”. ¿Cómo? ¿Qué dijo? ¿Esto será igual a la economía naranja del presidente Duque, que nadie ha logrado explicar bien, y al estado social de derecho, igualmente nebuloso?
Entonces, para no divagar más y salir de dudas veamos qué nos enseña el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sobre los dos términos en boga:
“Empoderar. De en – y poder. 1. Tr. Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido. U.t.c. prnl. (úsase también como pronominal o verbo pronominal). (Ejemplos de verbos pronominales: te contaron, se empelotaron, nos reíamos, me empoderé). 2- Dar a alguien autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo. U. t. c. prnl. 3. tr. desus. apoderar. Era u. t. c. prnl. (Era usado también como pronominal).
Resiliencia. Del ingl. resilience, y este der. (derivado) del lat. resiliens, -entis, part. pres. act. de resilīre ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’. 1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. 2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido”.
Creo que queda bien claro. De un lado, tenemos que hacernos resilientes – adaptarnos – al clima ardiente de estos días, y por otro, empoderarnos – plantarnos valientemente - ante tanta corrupción que impera por todos lados.
Los candidatos a la gobernación y a las alcaldías no han dicho nada sobre restaurar el orden público y combatir los cultivos ilícitos. Ahí no vale por parte de los electores la resiliencia pero sí el empoderamiento.
Ahora, frente al atraco al ciudadano desprevenido mediante las llamadas fotomultas, fuentes de corrupción descarada, que imponen compañías privadas que han hecho contratos sospechosos con las administraciones locales, ninguno de los aspirantes, ni siquiera a los concejos, se ha pronunciado. Ahí debemos igualmente empoderarnos, hacernos fuertes no dándole nuestro voto a ningún sinvergüenza. Ni siquiera votar en blanco porque los corruptos son capaces de cambiarlo. Es preferible el voto nulo.
¡O nos empoderamos, o nos jodemos!
orlandoclavijotorrado@yahoo.es