Una noticia de amplia divulgación esta semana en los medios de comunicación de los Estados Unidos tiene que ver con los sobornos pagados para el ingreso de estudiantes a las mejores universidades de aquel país. 

De tajo los implicados y las autoridades han exculpado a los estudiantes quienes no tuvieron participación alguna e ignoraban que habían recibido ayudas extras para obtener ese beneficio.  

El New York Times en un extenso reportaje informa que “Treinta y tres padres adinerados fueron acusados en el caso, incluidas celebridades de Hollywood y destacados líderes empresariales, y los fiscales dijeron que podría haber nuevas acusaciones. 

También estuvieron implicados los mejores entrenadores atléticos universitarios, quienes fueron acusados de aceptar millones de dólares para ayudar a admitir a estudiantes indignos en una gran variedad de universidades, desde la Universidad de Texas en Austin hasta Wake Forest y Georgetown, al sugerir que eran atletas de alto nivel”

Los responsables son los padres de familia, ellos se valieron de intermediarios para lograr su objetivo. 

Entre estos últimos está un agente de apellido Singer quien tiene una empresa que ayuda a preparar a los alumnos que se presentan a las pruebas de admisión, él se encargaba de recolectar el dinero de los padres y entregarlo a quienes realizaban las pruebas, dinero por el cual no debían pagar impuestos federales, lo cual hacía también muy atractivo el negocio 

El Sr. Singer compareció ante un tribunal federal en Boston el martes por la tarde y se declaró culpable de los cargos de extorsión, lavado de dinero, conspiración para defraudar a los Estados Unidos y obstrucción de la justicia. 

El diario neoyorkino detalla la diligencia ante las autoridades: sentado muy quieto y con un traje oscuro, describió cómo arregló los resultados del SAT y ACT de los estudiantes al enviarlos a tomar los exámenes en Houston o Los Ángeles, donde había sobornado a los administradores de exámenes.

Los rumores entre nosotros corren con mucha fuerza desde hace rato, sobre los sobornos o admisiones arregladas para alumnos que no han adquirido de manera lícita el ingreso a los programas de formación superior y de posgrado, tanto en instituciones oficiales como privadas y en estos casos los estudiantes si son participes de la trampa.  

Es bien conocido el duro camino que deben transitar los médicos jóvenes para acceder a los programas de posgrado, por el reducido número de cupos disponibles y el alto costo. Del grueso de recién graduados pocos alcanzan el anhelado cupo para una residencia, lo cual los obliga a emigrar a otros países para especializarse. En este caso también es de dominio público las onerosas coimas que se pagan en algunos programas de posgrado, beneficiando a quienes deciden y asignan cupos. 

Lo grave de esta práctica es que se enquistó, se le dio patente de trámite legal y nadie lo denuncia, además de ser ilegal perjudica a quienes podrían adquirir el ingreso a la educación de manera correcta. Aquí contrario a lo ocurrido en Estados Unidos, las cosas seguirán ocurriendo sin que se descubran y pasen de rumores a hechos concretos para castigar a los responsables.