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País corrupto
En nuestro territorio reseñamos como excepción, lo sucedido con mi amigo Jaime Vásquez.
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Jueves, 30 de Mayo de 2024

Con cuanto desanimo y rabia contenida me siento en esta oportunidad frente al computador a escribir esta nota, después de escuchar por los medios de comunicación tanta información relacionada con la descomposición, degeneración en la que ha venido cayendo el pueblo colombiano por cuenta de los que deben dar el ejemplo de pulcritud y delicadeza: los dirigentes de nuestra amada Colombia.

Con ganas de “tirar la toalla” como se dice popularmente cuando se abandona algo. Después de casi 30 años escribiendo en este periódico, es la sensación que me embarga, llegando al convencimiento que los columnistas “llovemos sobre mojado”, o mejor, aramos en el desierto, insistiendo muchas veces sobre un tema específico sin ver acciones o resultados al respecto, contrario sensu, se agravan. No se puede opinar sobre temas neurálgicos que azotan la tranquilidad de los ciudadanos, so pena de ser declarados objetivos militares.

Aquí la denuncia paga, sobre todo la pública, sino miremos a los exsenadores Benedetti y Roy Barreras que denunciaron la entrada de dineros calientes a la campaña presidencial del señor Petro y como premio a su silencio recibieron jugosos ingresos en dólares, desempeñando puestos en unas embajadas importantes a nombre del pueblo colombiano. Eso de infiltración de dineros dudosos a las campañas presidenciales, no es exclusiva del señor Petro, no señor, eso se ha dado en casi todas las campañas anteriores y no pasa nada, porque al final la Comisión de absoluciones de la Cámara, valga la redundancia, los absuelven.   

En nuestro territorio reseñamos como excepción, lo sucedido con mi amigo Jaime Vásquez, veedor ciudadano que fue silenciado, pero con el sacrificio de su vida, ante las denuncias públicas sobre corrupción de figuras locales. Tocó fibras delicadas.

Basado en las experiencias pasadas, con el señor Benedetti y Barreras, no es de extrañar que a los señores Olmedo López y Sneyder Pinilla director y subdirector de la Ungrd que hasta ahora han hecho señalamientos públicos delicadísimos contra personajes de la política nacional, nada más ni nada menos, contra el presidente del Senado de la República, contra el presidente de la Cámara de Representantes, el presidente de la Comisión de Acusaciones de la Cámara, el ministro del Interior Luis Fernando Velasco, Sandra Ortiz, consejera presidencial, que según Sneyder, fue la mensajera de los 4.000 millones a los presidentes del senado y cámara (para repartir entre los congresistas y asegurar la aprobación de las reformas del gobierno), resulten ahora también premiados con sendas embajadas. A vivir sabroso, como dijera Francia Márquez, vicepresidenta de la República. ¡Cuando la sal se corrompe!

Y esta ola de corrupción no es única de la clase política, ella se encuentra incrustada en las Altas cortes, la Policía Nacional, los entes territoriales, muchos medios de comunicación, los medios de control, los sindicatos, muchos empresarios y por supuesto los facinerosos narcotraficantes vestidos de rebeldes. La verdad, somos un país corrupto, Dios tenga piedad de nosotros.

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