Amables lectores: El petróleo y el endeudamiento son términos importantes en el respectivo desarrollo de las economías de Venezuela y Colombia.
Venezuela muestra gran inestabilidad en su economía y parece haber contagiado a su industria petrolera con un altísimo riesgo de acelerar el descenso en su producción de crudo creando un déficit en la oferta mundial no importando el repunte del bombeo de los Estados Unidos. El país de la revolución Bolivariana siglo XXI, redujo en febrero sus producciones en 60.000 barriles diarios de crudo aportando al mercado petrolero 1.55 millones de barriles diarios. Venezuela podría ser el fiel de la balanza que incline el mercado petrolero hacia un déficit en la oferta.
Para las naciones exportadoras de hidrocarburos esta es una buena noticia pues sus ingresos están al alza desde octubre del año anterior. Lo que es bueno para estos países, para Venezuela solo sirve para profundizar su crisis económica. Sus ingresos de divisas solo no suben sino tienen a disminuir, no obstante que el petróleo ha alcanzado una cotización sobre 65 dólares el barril, superando en un 25% la del año anterior. La baja en ingresos es gravísima para un país que depende de sus exportaciones de petróleo para importar comida y otros artículos de primera necesidad. Según el periódico Portafolio del bombeo de 1.5 millones de barriles diarios, solo una pequeña parte genera recursos para la economía. 40.000 barriles se destinan para atender el mercado interno, ocasionando grandes pérdidas por el irrisorio precio de la gasolina para el consumo del venezolano. Entre 500.000 y 600.000 barriles deben destinarse para atender las obligaciones con China que alcanzan un monto de 25.000 millones de dólares y
se pactó pagarla parcialmente en especie. Rusia también prestó dinero a Caracas, y se queda igualmente con otra buena tajada. Fácilmente la grave crisis humanitaria se profundizará e impulsara la salida de venezolanos hacia otros países en busca de un mejor futuro.
Hablando de la economía Colombiana y de la palabra “endeudamiento”, según el último informe del Ministerio de Hacienda, al cierre de febrero las acreencias de Colombia sumaron 146.129 millones de dólares que equivale al 43% del PIB. Llevados a pesos estos dólares representan 417.333 billones de pesos, de los cuales 138.25 billones son en el exterior es decir la nada despreciable suma de 48.410 millones de dólares
Resumiendo, el gobierno actual entregará al próximo que inicia el 7 de agosto un país con una carga financiera que obligara al entrante a manejar con tino un equilibrio en sus egresos y estará muy limitado en sus inversiones, porque nuevos ingresos originados por mayores impuestos son muy difíciles de obtener. El ciudadano ya tiene, una tasa impositiva de difícil cumplimiento por las limitaciones en sus ingresos para cumplir con sus otras obligaciones de sostenimiento personal y familiar.
