Amables Lectores: Al leer la excelente columna de Juan Lozano, en el periódico “El Tiempo”, del lunes 14 de agosto, vino a mi memoria una exitosa publicidad de televisión usando solo dos palabras: “ya viene”. Un niño corría por un pueblo anunciado un producto de consumo masivo y todos los habitantes iban en su búsqueda para posiblemente obtener algún beneficio. Eso mismo sucede en el Congreso con la presentación del nuevo proyecto de presupuesto.
Todos los congresistas gritan con júbilo: “ya llegó nuestro anhelado reparto” y corren buscando su mejor acomodo para obtener la gran tajada. El proyecto es “Secuestrado” en las comisiones económicas del Congreso. Su aprobación, según Juan Lozano, se ha convertido en el retrato de un sistema político pestilente, impulsado por una cleptocracia, sistema de gobierno donde prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos.
El Ejecutivo se acostumbró alimentar pirañas insaciables para mantener condiciones extorsivas rentables en cabeza de las mayorías que controlan las comisiones económicas del Congreso.
A estos padres de la patria, solo les interesa el acomodo económico personal. A Las plenarias, según afirma el columnista Lozano: “Todo llega cocinado y es una sinfonía del pupitrazo, porque cada congresista ya sabe cuánto le toca”. Así vemos como se aprueban presupuestos con gastos de funcionamiento por sobre la inflación y disminuyendo la inversión en cifras cercanas al 16 %.
La corrupción impulsa al corrupto a ser un gran cínico. No nos extrañe oír frases de un personaje como el Ñoño Elías, que gracias a la valentía y valor civil de nuestro fiscal general, está hoy detenido y rendirá cuentas del manejo, con sus manos, de múltiples sobornos, quien cínicamente afirmó: “El próximo candidato presidencial que yo ponga tendrá que salir de mi sobaco e igualmente, basándose, en los más de 120.000 votos que le colocó a Santos para su reelección, afirmó: “ojalá yo hubiese sabido antes, lo poco que me quieren en la Presidencia”.
Reconocimiento muy merecido al exmagistrado Edgar Cortés, por su gran aporte al análisis económico de la ciudad con su artículo titulado “Lo que nos faltaba” del 13 de agosto del 2017. Ojalá nuestras autoridades reaccionen y no sigan llevando a un pueblo con embargos, por no pago de impuestos, a un estado de angustia que pueda terminar en algún suicidio.
Estos embargos solo producen mayor desempleo en una ciudad, que hoy está en una caótica situación económica, se habla de llevar estos embargos a unos 17.000 contribuyentes. Antes de realizar este atropello judicial, ¿no sería mejor, priorizar gastos en la administración? Gracias Dr. Cortes por colocar su sapiencia jurídica al servicio de la ciudadanía en el manejo de la abusiva plusvalía.
Lamentablemente, lo escrito por un columnista, donde textualmente afirma que Colombia “debería activar ya la planeación militar para enfrentar una posible agresión venezolana. ¿No fueron suficientes más de cincuenta años de guerra? ¿Dónde quedamos las personas que habitamos esta frontera?, ¿se le olvidó o no conoce los nexos de sangre, existente entre colombianos y venezolanos? ¿Será que vivir en la capital del país obra como bunker que le protege y permite hacer estas invitaciones a guerrear?