La gran diferencia entre las votaciones por la presidencia de hace varios años a las de hoy, es el estado de ánimo de la gente. De alguna forma en las de antes había mucho optimismo y entusiasmo por quien pudiera triunfar. Así, hace algunos años la reelección de Uribe ganaba adeptos en su empeño por derrotar la guerrilla; luego muchos votamos por el éxito del proceso de paz de Santos, e incluso hace cuatro años, con un ambiente electoral en el que el plebiscito por la paz había perdido en las urnas, muchos votaron por Duque para que modificara el acuerdo y hasta lo hiciera trizas. Hoy el estado de ánimo del colombiano es muy diferente y más en un momento en el que la inseguridad nos tiene asediados: hoy en estas elecciones muchos tienen temor y otros hasta rabia, y ese estado de ánimo lo llevará a votar por uno u otro. A no ser que haya una sorpresa, hoy se va a definir quién va a pasar a segunda vuelta acompañando a Petro, si Fico o Rodolfo Hernández – ojalá fuera Fajardo -y dependiendo de ese resultado, se definirá gran parte de la historia de Colombia.

La primera parte de la historia ya la conocemos, es la de definir a partir de hoy si por primera vez en la historia podría llegar un gobierno de izquierda a Colombia. Hoy el país definirá mucho de lo que escribiera en unas de sus últimas frases don Guillermo Cano antes de ser asesinado por la mafia en 1989: “Colombia terminó insegura, ofendida y mal dirigida”. Eso lo sintetizó el valeroso periodista del Espectador hace más de 30 años y es la realidad que vivimos hoy. ¿Quién pasará a la segunda vuelta hoy con Petro, Fico, Hernández o Fajardo que aún lucha? 

Estamos en una elección en la que todos los candidatos tienen cuestionamientos. A Petro le reprochan que fue guerrillero y ahora le dicen que está mintiendo con sus propuestas  populistas, a Fico que está acompañado por la peor de las “gavillas del país”, a Hernández le señalan su incompetencia y que su discurso no va más allá de tratar a muchos de ladrones, y a Fajardo de “tibio” y el lío de Hidroituango. Si las encuestas no fallan hoy, sin duda que ninguno gana en primera vuelta. La mayor votación debe ser la de Petro, y ahí viene la gran incógnita de hoy,¿Fico o Rodolfo Hernández? Y una cosa es que pase Fico a que pase Rodolfo. Seguramente en la segunda vuelta tendría más posibilidades que el ingeniero derrote a Petro, que el mismo Fico. Dependiendo de este resultado se definirá mucho del futuro del país. 

Como todos, también tengo mis propios temores electorales. Soy de los que creo que con Petro, Fico o el ingeniero le vienen a Colombia cuatro años muy difíciles. Tenemos grandes nubarrones fiscales, de violencia, de desigualdad y una propuesta social que como lo expresara recientemente Alejandro Gaviria a un periódico inglés, el país es “un volcán en ebullición”. De los tres primeros candidatos creo que la opción más preocupante es Rodolfo Hernández, y como tal que pasara hoy a segunda vuelta. Su falta de conocimiento en temas de estado y preparación es preocupante. Su actitud y algo de su personalidad mesiánica me recuerdan a ese expresidente ecuatoriano en los años 90, Abdalá Bucaram, quien en una propuesta y actitud algo similar, apenas estuvo en el cargo 10 meses hasta que el Congreso lo destituyó por incapacidad mental. Algo parecido a eso, de las decisiones de un presidente que no cree en el riesgo ambiental que vive el mundo y ni siquiera en la COVID, ha sido Bolsonaro en Brasil, una especie de dictador vestido de civil que hace mucho daño. Con Petro o Fico no es que Colombia asegure un futuro estable hacia los próximos años. Se juega mucho Colombia hoy.

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