Las actividades deportivas y sus protagonistas tratándose de compatriotas nuestros son un agradable bálsamo si estamos atravesando momentos difíciles, no tanto porque nos sustraen de los problemas, sino porque son propicios para aglutinar a muchos alrededor de una misma causa y así animamos al unísono a quienes nos representan, con el claro propósito que sean triunfadores.
Cuando se necesita alivio, los deportistas levantan la mano para decir que están presentes, ellos compiten y portan con orgullo los colores de la patria.
Las satisfacciones son para ellos y para quienes con interés seguimos sus actuaciones. Si los resultados no son buenos o los esperados de todas formas somos solidarios con quienes compiten a nombre de nuestro país.
La Copa América que debió tener como sede a Colombia y Argentina, fue realizada por Brasil, justo en la tercera oleada de la pandemia por Covid-19.
Acaba de finalizar y la participación de nuestra selección fue mucho más que decorosa, cumplió con el objetivo de brindarnos alegrías y pudimos degustar las buenas jugadas generadas en la cancha bajo la dirección de Reinaldo Rueda, quien supo enderezar el rumbo del equipo luego de las estrepitosas derrotas en los partidos por la clasificación al campeonato mundial de futbol en Qatar.
En el balance de este campeonato además de la buena actuación de la selección Colombia, se destaca un jugador famélico pero habilidoso, enjundioso y batallador, procedente de un pueblo de la Guajira, hecho en el futbol criollo quien ya sobresale en Europa jugando para el Porto de Portugal, y es Luis Díaz. Su actuación fue una magnífica oportunidad para brillar y mostrarse al público, no solo con sus gambetas sino con los goles que le dieron triunfos a Colombia. Se presume que con esta buena gesta subirá su cotización en el mercado de jugadores y pasará a otro equipo de mayor prestigio futbolero en el viejo continente.
Mientras esto ocurría en el futbol, otros batalladores están dando lo mejor de cada uno, son los ciclistas que participan en el Tour de Francia. Si bien es difícil obtener el primer lugar porque hay un líder muy sólido y capaz, ha resurgido el Toro de Urrao, Rigoberto Urán, pedaleando con el entusiasmo que lo caracteriza, la sonrisa franca y las desabrochadas expresiones a la hora de dar declaraciones a la prensa.
La segunda plaza en la clasificación general no es fácil de lograr y él mismo lo ha destacado, merece también nuestro aplauso y admiración. Lo mismo que María Camila Osorio, tenista cucuteña de muy corta edad. Ella también ha podido descollar por estos días en los torneos de élite en su deporte y avanzó en la clasificación mundial.
Vale la pena, sin que nos olvidemos de los inconvenientes por los que atravesamos y sin perderlos de vista, echar un ojo y prestar atención a los deportistas que nos representan en las diversas competencias para reconocerles su esfuerzo y dedicación, porque son ejemplo de tenacidad sobre todo para los jóvenes.
Son los ganadores de medallas, títulos y de nuestro respeto.
jorgepabonl@yahoo.com