Se conoce el resultado parcial del escándalo que esta semana ocupó buena parte de las noticias y el seguimiento a los hechos que se fueron sucediendo en cascada y desembocaron en la salida de los dos miembros del gobierno de Gustavo Petro, muy cercanos a él desde la campaña, quienes ocupaban puestos de primer nivel de acuerdo con los intereses del mandatario. Ellos, Laura Sarabia y Armando Benedetti hoy ya no pertenecen al gobierno y tendrán que responder por sus actuaciones.
La puesta en escena y el desarrollo del suceso está bien definido por la intervención de la prensa desde la entrevista a la niñera Marelbys Meza, la desaparición de una suma de dinero, que todavía no se sabe con precisión a cuanto corresponde. El descubrimiento de las interceptaciones a esta y otra persona más, hasta las actuaciones del embajador en Venezuela, todo fue revelado por diversos medios de comunicación nacionales. Esto ocurrió cuando el presidente no estaba teniendo muy buenas relaciones con miembros de la prensa y la periodista de Caracol y Blu Radio Camila Zuluaga le había escrito una carta luego de ser objeto de hostigamientos. En uno de sus apartes la carta dice “El modus operandi que usted ha adoptado en relación con los periodistas, utilizando su Twitter, para señalarnos directamente es muy peligroso, puesto que empodera a personajes como el mencionado, para que pasen de la persecución, insultos y ataques digitales a realizar acciones reales contra la integridad de las personas”.
Este episodio ha gestado una crisis en el gobierno central que sucede a las que ya se habían ocurrido involucrando a miembros de sus cuadros directivos. Por tanto, la salida de estos dos últimos funcionarios se suma a la larga lista de quienes hicieron parte del gobierno del cambio y ya fueron cambiados por otros, como ha pasado en varios ministerios y oficinas gubernamentales.
Prescindir de Sarabia y Benedetti no significa el fin del problema originado por la plata perdida, porque las investigaciones deben continuar y habrán de resolver esta maraña para atar los cabos sueltos en relación con la procedencia de los dineros, la cantidad exacta, la autoría del hurto y quién los posee actualmente; también habrá de saberse cuál era el destino previsto antes de su desaparición. Con relación a los hechos conexos con el destino del maletín con la plata, tampoco se sabe con certeza quien ordenó las “chuzadas” a los teléfonos de la empleada de la señora Sarabia, porque la hicieron por iniciativa de alguien con mando a un alto nivel.
La última encuesta de Invamer muestra la caída de favorabilidad del presidente. A la pregunta ¿usted aprueba o desaprueba la forma como Gustavo Petro se está desempeñando en su labor como presidente de Colombia? Las respuestas fueron: el 33,8 % de los interrogados respondió que aprobaba la forma como se está desempeñando Petro, mientras que el 59,4 % contestó que la desaprobaba. Así mismo, un 70,7 % afirmó que el país va por mal camino y solo un 23,6 % opinó que va por el buen camino. Veremos el efecto y coletazo de este escandaloso episodio en los próximos meses con los nuevos reportes demoscópicos y sabremos si se mantiene esa tendencia.
Estos acontecimientos nos confirman que estamos lejos de la patria próspera y el cambio prometido.
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