He llegado a la conclusión, como amigo de la historia, a riesgo de que me acusen de madurista, que hay tres aniversarios muy importantes, que se cumplen por estos días, por lo que significaron tanto para la humanidad como para nosotros, los colombianos, acostumbrados a olvidar lecciones del pasado.
La primera fecha son los cien años de la revolución rusa, que produjo un nuevo orden en Europa, como consecuencia del derrocamiento del régimen monárquico encabezado por el zar NicolásII, quien junto con su familia, su mujer y sus hijos, todos ellos de la familiaRomanov, fueron asesinados para evitar su rescate y la consecuente restauración de sistema político que fue reemplazado por débil república y luego por sistema comunista que se prolongó hasta 1991.
Dirigidos por Lenin, los bolcheviques, tan odiados por el uribismo, fundaron sistema político de izquierda, que estableció régimen de terror que le costó la vida a miles de personas y luego se extendió a toda Europa oriental y al Asia, incluyendo China. Su influencia llegó hasta América latina, donde sucumbieron bajo sus garras Cuba y Nicaragua y ahora, nuestra vecina Venezuela.
La segunda fecha son los 50 años del asesinato del Che Guevara, aventurero argentino que se creía el nuevo libertador y organizó, erróneamente, una guerrilla en Bolivia, donde fue delatado por indígenas que desconfían de los blancos, quienes los han explotado desde hace centenares de años. Guevara fue muerto por un militar que le hizo el favor de convertirlo en mártir e insignia de los revolucionarios latinoamericanos.
La tercera fecha son los 30 años del asesinato del candidato presidencial de la UP, Jaime Pardo Leal, que marcó era de violencia de la derecha contra la izquierda. No se sabe quién ordenó el crimen de dirigente que creyó en la democracia. Es absurdo, pero hay quienes siguen defendiendo la violencia. GPT