Las elecciones de este domingo en Colombia exigen de los ciudadanos que están en condiciones de votar una responsabilidad especial. Deben ejercer ese derecho de manera consciente y con sujeción al interés común. En primer lugar, tienen que hacerlo en libertad, rechazando toda forma de constreñimiento y sobre todo la sucia oferta de dinero que utilizan algunos gamonales empeñados en ese tráfico fraudulento y tóxico.

compra del voto envilece el proceso electoral y por consiguiente le resta legitimidad. Es una práctica criminal contra la democracia y si el ciudadano cae en semejante trampa está renunciando a su derecho a exigir el correcto manejo de lo público.

Tampoco hay que dejarse masajear por la publicidad engañosa. Resulta que ahora todos los candidatos predican el cambio y se comprometen en la promoción de políticas públicas que superen las encrucijadas predominantes en el país. En eso están los mismos que han abanderado decisiones oficiales contra los derechos sociales. Los mismos que defienden la represión de la Fuerza Pública contra las protestas sociales. O los que gestionan la impunidad en favor de los responsables de la corrupción.  Y los que son cómplices de la minería ilegal llevada hasta la invasión de los páramos que son patrimonio hídrico de los colombianos.

Si los electores festinan el voto están obrando en contra de sí mismos. Debilitan la democracia y le proporcionan espacios a quienes han hecho posible el surgimiento de factores irrigadores de la pobreza, de la violencia, del despojo de tierras a los campesinos,  del desplazamiento, de las brechas en los servicios de salud y en la educación. En general, en la acumulación de necesidades insatisfechas. La división de la sociedad en clases ha dado lugar a privilegios que le permiten a una minoría apoderarse de los bienes nacionales para su exclusivo regocijo.

Las elecciones de hoy ofrecen la oportunidad de correctivos de fondo. Y no es que las reparaciones se logren de la noche a la mañana. Algunas toman tiempo.  Pero hay que hacer el camino y el primer paso cuenta mucho. Ese primer paso hay que darlo hoy con toda decisión, si se eligen congresistas que pongan el interés general por encima de sus egoísmos y de su avaricia, que les importe el pueblo y trabajen en las soluciones que se han aplazado por la subestimación oficial a problemas que tanto pesan en el conjunto de la nación.

En la baraja de candidatos al Congreso hay quienes tienen merecimientos para ser titulares de una curul en el Senado o la Cámara. Su elección puede ser un aporte a la construcción de una nación verdaderamente democrática.

Sin duda,  la democracia está a prueba y ojalá el resultado sea para el bien de todos, para el cumplimiento del Estado social de derecho, consagrado en la Constitución d 1991

Puntada

Un nortesantandereano sobresaliente por su vida y su obra es Luis Helí Rubio Sandoval. Nació en Durania. Estudió derecho y en esta carrera fue maestro de la ciencia jurídica. Hizo política durante varios años y fue presidente de la Asamblea de Norte Santander. También se dedicó a la literatura, como poeta y ensayista. De su autoría son varios libros. Murió en Bogotá el 8 de marzo.

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