El viernes pasado el gremio médico recibió una muy buena noticia. 

El presidente de la república Juan Manuel Santos, quien está dedicado por estos días, los postreros de su gobierno, a cortar cintas e inaugurar obras a última hora; se tomó un tiempo para dar el visto bueno mediante su sanción a una ley que les devuelve a los residentes una remuneración y les hace más llevadero el camino desde el punto de vista económico. 

Médicos residentes son aquellos que están realizando estudios de especialización, pero al mismo tiempo ejecutan una labor asistencial en los hospitales donde cumplen con sus deberes académicos, de tal forma que tienen la doble función de trabajadores y estudiantes. 

En todos los países se les reconoce un estipendio a estos médicos por su trabajo. 

En Colombia en épocas pretéritas también fue así, hasta que un día fueron suspendidos sin ninguna justificación esos auxilios y comenzaron a cobrarse onerosas matrículas a los estudiantes de posgrado en medicina. 

Una ley que le devolvería esos beneficios a estos médicos fue propuesta al Congreso de la República y apoyada por todos los estamentos médicos, cumplió su trámite legislativo y finalmente llegó a la oficina del presidente quien acaba de sancionarla. 

Gracias a ella se reducirá de manera importante el valor de las matrículas, que a la fecha están rondando los 20 millones de pesos por semestre en las universidades privadas. 

Además, los hospitales donde se cumplen los programas de posgrado en las especializaciones médicas o quirúrgicas deben reconocer un beneficio económico a los residentes no menor a tres salarios mínimos mensuales, es decir unos $ 2.343.726, lo cual no es una gran cantidad, pero ayudará a cubrir las necesidades básicas mientras dura toda la especialización que dura entre 3 y 5 años según sea el programa. 

Al referirse a esta ley el ministro de salud Alejandro Gaviria ha dicho “no solo reconoce al residente   como un médico que tiene toda la capacidad para ejercer su profesión mientras complementa su formación, sino que lo reconoce como un trabajador con todos sus derechos, incluida la seguridad social y vacaciones”.

De tal manera que se trata de un conquista justa para el gremio, un reconocimiento para los residentes que en número de unos cinco mil se beneficiaran ahora y así seguirá siendo para futuras generaciones de especialistas. 

La nueva condición a partir de la puesta en marcha de la ley de residentes va a garantizar la formación académica y práctica de estos especialistas, lo cual se hará con la implementación del Sistema Nacional de Residencias Médicas. 

Los hospitales serán los encargados de pagar y las universidades otorgarán los títulos que acrediten la idoneidad de los programas cursados. 

Enhorabuena para los médicos que obtienen esta gratificación porque ello ayudará a que haya más facilidades para especializarse, lo cual también se dará en la medida que estos programas crezcan en número y contribuirá para que los jóvenes médicos no tengan que emigrar a otros países para lograr este objetivo.