La expectativa de los resultados de las elecciones de este domingo desvió la atención que sobre la crisis de la frontera habían desplegado los diferentes medios de comunicación.
Pero a partir del próximo lunes, en medio de calles sucias y paredes, postes y muros llenos de afiches aterrizaremos de nuevo y recordaremos que vivimos en una frontera en donde ha sido declarada la calamidad pública y la emergencia económica.
Nuevamente recordaremos que el presidente Santos y Timochenko se comprometieron mediante sonrisas y estrechón de manos a firmar la paz en seis meses (23 de marzo de 2016) y escucharemos a Maduro decir, unas cuantas veces más, que solo autorizará el tránsito por los puentes binacionales cuando haya una frontera en paz, esto es, cuando Santos y Timo, firmen el acuerdo.
Mientras esto sucede, se cerrarán empresas, se perderán puestos de trabajo, la inflación subirá por encima de lo esperado, la informalidad aumentará y el nivel de pobreza crecerá.
Seguiremos implorando ayuda del gobierno central y dando gracias por lo poco que nos dé, empezando por el combustible subsidiado.
“El Efecto de frontera” ha servido para conocer la real situación en que vivimos. Hasta hace dos meses mirábamos con cara de pesar a los venezolanos haciendo colas de tres o cuatro cuadras para conseguir productos de primera necesidad mediante el pico y placa, ahora desde Venezuela, Colombia y otros países del mundo, nos ven con caras de incrédulos, hacer exactamente lo mismo en medo del inclemente calor para poder comprar $40.000 de gasolina, en tanto que los camiones permanecen varados porque no hay ACPM (DIESEL).
¿Hasta cuándo? Según el Ministerio de Hacienda, ha sido aprobado por el Gobierno Nacional un cupo de 13.3 millones de galones de gasolina mes para el Norte de Santander, Arauca y la Guajira con un subsidio de $2.100 por galón.
Ante la preocupación despertada por el constante reclamo de los ciudadanos por el escaso combustible en estas regiones, la Contraloría General de la Nación ha solicitado a la autoridad competente vigilar y controlar la asignación y uso de este combustible. ¿Lo estarán desviando?
Pero como en las crisis económicas no todo es malo, hay sectores que se han beneficiado y esto ha llevado a algunos empresarios a mostrar su beneplácito y a esperar que el cierre continúe.
El presidente Santos ha manifestado que las crisis son oportunidades y ha dado como ejemplo la Política de Fronteras, la cual tiene por primera vez su hoja de ruta para hacer una verdadera intervención social y económica en los municipios limítrofes. Este plan contempla una inversión de $3.4 billones de aquí al año 2018 con el fin de convertir la frontera en una fuente de prosperidad, de empleo y de oportunidades. Amén.