Tal como sucede todos los años por esta época, desde el lunes de esta semana empresarios y trabajadores, con el acompañamiento de representantes del gobierno, tratan de ponerse de acuerdo sobre incremento del salario mínimo para el año entrante.
Los trabajadores aspiran a un aumento del 10 por ciento con base en la inflación del 6.7 por ciento proyectada por el Banco de la República para este año, un crecimiento de 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) esperado por el gobierno y su participación en el mejoramiento de la productividad nacional. Piden, además, la congelación de los precios de los productos básicos de la canasta familiar durante tres meses.
La actitud de los empresarios hasta ahora ha sido la de mantenerse en una propuesta no superior a la inflación, pues argumentan que hay factores críticos, como la subida del precio del dólar, el incremento de los costos de las materias primas importadas, la subida de los precios de los productos y el aumento de la deuda externa pública y privada, que atentan contra el buen desarrollo de las empresas. Ante esta situación, un aumento por encima del Índice de Precios al Consumidor, podría acarrear la pérdida de puestos de trabajo. Pero para los representantes de los trabajadores esto no es cierto, pues de acuerdo a las estadísticas, las veces que el salario se ha incrementado por encima de la inflación, el desempleo no ha aumentado. Si antes del 15 de diciembre no hay acuerdo entre las partes sobre el incremento considerado justo, el gobierno lo hará por decreto.
Mientras representantes de los trabajadores y empresarios buscan fórmulas de acercamiento, el director del Departamento Nacional de Planeación, Simón Gaviria, ha recalcado sobre las grandes expectativas acerca de la firma de la paz. De lograrse el acuerdo entre el gobierno y las Farc, el PIB crecerá adicionalmente entre 1.1 y 1.9 por ciento, se incrementará la inversión y aumentará el ingreso por habitante.
Los sectores más beneficiados con el logro de la paz serán: agricultura, industria e infraestructura, con un incremento mayor al 20%.
Sin embargo hay quienes consideran que la situación en el año que viene será delicada, pues los precios internacionales de los combustibles y sus derivados, que tienen una representación superior al 50 por ciento en las exportaciones colombianas, han caído considerablemente. Así, la cotización del petróleo WAIT se ha mantenido durante esta semana entre los 36 y 40 dólares, mientras el BRENT (referente para Colombia), escasamente ha superado los 40 dólares, pese a que muchos analistas pronosticaron una cotización cercana a los 60 dólares para esta época del año.
Según el DANE, el PIB nacional creció 3.2 por ciento en el tercer trimestre (julio-septiembre) y se espera que entre octubre y diciembre este crecimiento sea superior. Esta es una buena noticia, pues nos ubica muy por encima del promedio de América Latina y el Caribe.