Cada vez más se escuchan voces del más alto nivel internacional que se pronuncian sobre una posible intervención militar en Venezuela. El último fue el secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien por estos días de visita en Cúcuta no descartó esa posibilidad. Las cifras sobre la migración de Venezuela lo dicen todo: En los últimos 5 años se calcula que a todo Europa han llegado cerca de 1’800 migrantes de otros países, principalmente de Asia y África, mientras que por Colombia en el último año han pasado cerca de 2 millones 300 mil migrantes. Las cifras lo dicen todo. Es la peor tragedia del hemisferio occidental en toda su historia.
Cada vez que se aborda el tema de la debacle venezolana, surge el interrogante del papel de la oposición venezolana frente a la crisis? De si ha asumido esa protesta de manera coherente, o si por el contrario, ha sido débil. Encuentro algunos comentarios que a mi juicio son muy excesivos e injustos, que hablan de la falta de coraje y fortaleza de la oposición venezolana. Muchos incluso argumentan con facilidad, que si esa tragedia hubiere ocurrido aquí en Colombia, aquí nos habríamos armado y habríamos derrocado al presidente. Creo que ni lo uno ni lo otro. Pienso que frente a la crisis del vecino país hay figuras que han sido valientes como Leopoldo López, María Corina Machado, Enrique Capriles, e incluso estudiantes muertos que han caído en la lucha, y que en este momento sería injusto desconocer su lucha.
Eso de que aquí nos organizamos y enfrentamos gobiernos espurios, pues tampoco es tan cierto. Colombia ha sido uno de los países que pasamos por la vergüenza en América Latina y mundial de soportar el gobierno de Samper, “el elefante que se hizo a sus espaldas”, y que tanto daño nos hizo, y no hicimos nada. Incluso podría decirse en favor de la oposición que el hambre ha sido tan cruel y dramática, que hasta la misma lucha contra Maduro se ha visto afectada.
La última vez que esta parte del mundo vivió una invasión norteamericana fue en 1.989 cuando fue derrocado Manuel Antonio Noriega, acusado no sólo de dictador, sino de narcotraficante. Hace poco murió después de muchos años de tención. Antes, en 1.973, se había presentado otra forma de intervención en Chile, cuando hubo una confluencia de intereses internacionales para tumbar el gobierno socialista de Allende, y lo lograron.
Mostrarse como partidario de una intervención militar a Venezuela, podría verse a primera vista como una posición irresponsable y peligrosa. Pero resulta tan dramática esas imágenes que vemos todos los días, en las que incluso niños han muerto en nuestras vías de frío y hambre, mientras que la burguesía venezolana corrupta mantiene sus privilegios - uno de ellos ya es el de comer y vivir - que resulta incuestionable que la única opción que queda en contra del incompetente dictador es la vía militar. No queda otra, y más en circunstancias en las que ahora que se encuentra en China, ya resulta muy improbable que le presten más dinero. Es decir, hacia los próximos días la crisis será más agobiante.
Como me lo decía en estos días en la feria del libro la hija de un importante ex mandatario del vecino país, “hasta ahora los venezolanos que han atravesado por Colombia son pocos, porque la crisis es tan grave, que hacia los próximos meses vendrá una estampida de venezolanos”. Podría llegar a salir más del 30% de la población. Es decir, lo peor de la crisis aún no lo hemos sentido.
