Esta es sin duda la noticia política de la semana. Carlos Fernando Galán ahora supera por una nada despreciable ventaja a Claudia López hacia la elección del próximo 27 de octubre para la alcaldía de Bogotá. 

Claudia durante más de 10 meses siempre se mantenía de lejos de primera en las encuestas, con una amplia y cómoda ventaja que hacía que en Bogotá hasta hace apenas unos pocos días se le daba como segura ganadora. 

La alcaldía de Bogotá tiene una importancia por sí misma que hace que se están jugando otros intereses ya a nivel nacional: define políticamente en gran medida sobre lo que podría suceder con las elecciones presidenciales. 

Al final de la administración de Peñalosa se han dicho muchas cosas, que como siempre sucede en política, algunas le son favorables y otras no. 

De esa realidad que tiene la política no se escapa nadie. De esta administración que culmina en Bogotá, sin duda que ha habido logros importantes, como por ejemplo que hoy Bogotá tenga la red de ciclorutas más grande de América Latina, la recuperación del Bronx y la construcción de 19 colegios con talleres de danza y arte, y muchos puestos de salud, así como la recuperación de ejes ambientales, pero el gran lunar de Peñalosa, que quizás por el cual fue elegido hace 4 años, era superar el tema caótico de la movilidad cuyo drama aumenta día a día.

En un ranking de medición sobre las ciudades en el mundo con mayor caos vehicular, el primer lugar se lo lleva Moscú, seguida de Estambul y de tercera se encuentra Bogotá. 

Lo más dramático de esa medición es que mientras en Moscú una persona en promedio al año pasa 210 horas en un vehículo, en Estambul debe hacerlo durante 157 horas, mientras que en Bogotá, según esa medición mundial, un ciudadano debe pasar durante 272 horas al año en un medio de trasporte. Es decir, supera a Moscú, somos los primeros en el mundo. 

Fácilmente en Bogotá hay ciudadanos que en un día deben soportar hasta 4 horas en un medio de trasporte. Es indignante y una afrenta para el ciudadano. 

Es el gran fracaso político de la capital que lleva 72 años tratando de hacer el metro. Durante la administración de Peñalosa no se avanzó en el tema, se retrocedió. 

Y a todo esto hay que agregarle el tema de la inseguridad. 

Y si a lo anterior se suma la soberbia del alcalde distrital, a Peñalosa no le quedó más remedio que aceptar esa realidad y emitir por los medios de comunicación un slogan:” impopulares pero eficientes”. 

Un buen alcalde de Bogotá puede tener la proyección de ser presidente, como hace muchos años sucediera con Virgilio Barco. Ese es el fracaso de Peñalosa.

Qué hace que Claudia López esté bajando, casi que en caída libre, en las encuestas? 

De tener una aceptación cercana apenas hace un mes de 40 puntos, hoy en día cayó con 24% en un segundo lugar, en el que Carlos Fernando Galán va en aumento día a día ya con una favorabilidad de voto del 31%. Es decir, a un mes de las elecciones Galán ya le toma una ventaja apreciable a Claudia López. Una de las razones de este bajonazo creería es la beligerancia de Claudia, y el país está dando muestras de que después de tantos años de confrontación política, de personalismos y confrontaciones en política durante más de 12 años entre Santos y Uribe, mientras el rumbo del país va por otro lado, la gente se cansó y seguramente prefiere en la alcaldía de Bogotá a una persona más serena como es el caso de Galán. Muestra de esa fatiga de la polarización en el país han sido los abucheos al ex presidente Uribe en la Calera, en los Llanos y en su misma Antioquia. Un perdedor, Miguel Uribe, que es el candidato de uno de los alcaldes con mayor imagen desfavorable de los últimos años con un 64% de desfavorabilidad.

Con esta encuesta en la que Galán supera a Claudia López, como es evidente, hay ganadores y perdedores. Debe estar silenciosamente festejando Germán Vargas, que ve como se le pudiera abrir una nueva luz para llegar a la Casa de Nariño en el 2.022, después de habérsele esfumado la presidencia hace 2 años cuando se daba por descontado que ganaría sin dificultad. Petro, que a pesar de sus diferencias con Claudia López, tendrá que barajar nuevamente las cartas. Pierde Fajardo, para quien una cosa era aspirar a la presidencia en el 2.022 de la mano del alcalde de Bogotá, y otra cosa es Galán en la alcaldía. Pues bien, para terminar una frase para Peñalosa, la frase que Alejandro Borgia poco antes de morir le dice a su hijo:” Siempre te hablé del peligro del poder, que puede llegar a convertirse en una amenaza que puede ponerse en contra en el momento menos esperado”. Así es, si Peñalosa no fuere tan soberbio y hubiere hecho algo por la movilidad de Bogotá, hasta estaría pensando en la presidencia en el 2.022.