Un día como hoy, 28 de junio, pero hace 55 años (1966), un grupo de personas carentes de vivienda, lideradas por el señor Víctor Castellanos Laguado, invadieron unos terrenos de la ciudadela Juan Atalaya y donaron parte de esas tierras a otras personas necesitadas, de ahí nació el barrio Comuneros.
Según relata Jesús Daza, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), un libro escrito con testimonio de los fundadores cuenta las vicisitudes vividas por estos líderes comunales, quienes en repetidas ocasiones fueron puestos en prisión por invasión a la propiedad privada.
“A pesar de nacer como invasión, los trazos de las casas y calles estuvieron muy bien hechos, lo que permitió que esos primeros ranchitos se convirtieran en las grandes viviendas con las que contamos en la actualidad”, dijo Daza.
Un gran número de sitios importantes como Centro Tecnológico y una sede del SENA, entre otros, han permitido que el desarrollo de Comuneros sea catapultado. / Pablo Castillo / La Opinión.
Más de medio siglo después, el progreso de este sector de Juan Atalaya se evidencia en los numerosos locales comerciales y la presencia de sitios importantes como el Centro Tecnológico de Cúcuta, una sede del Servicio Nacional de Aprendizaje, un centro de salud, una sede del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Casa de Justicia y Paz, el cuerpo de Bomberos y la Unidad de Víctimas.
El exgobernador William Villamizar fue uno de los principales benefactores de proyectos a favor del barrio, como la adecuación de escenarios deportivos y el parque de La Virgen, ubicado en la entrada.
En total, cuentan con siete escenarios para la recreación y el deporte, así como otras obras que han ayudado a catapultar este barrio al desarrollo.
“La construcción del puente también nos trajo bastantes beneficios. Antes nos tomaba más de 20 minutos llegar al centro, ahora llegamos en cinco minutos. Lo tenemos casi todo. Necesitamos es que la gente sea más comprometida y tenga más sentido de pertenencia por nuestro barrio”, manifestó Daza.
Más de medio siglo de existencia tiene este barrio de la ciudadela Juan Atalaya. / Fotos Pablo Castillo / La Opinión.
Renovación de infraestructura
En sus primeros años, una vez las calles estuvieron listas, el servicio de agua fue lo siguiente en el crecimiento de Comuneros. Desde la avenida 6 con calle 0, un carrotanque los surtía y los habitantes debían recargarse con baldes.
Más adelante fue la instalación del sistema de alcantarillado, que, a 50 años de construido con pozos de época, hoy pide un cambio.
“El barrio es demasiado plano y recibe todas las corrientes de agua que se recogen de las viviendas. Antes, cada manzana era de 10 lotes; ahora, cada una posee apartamentos y casas de dos pisos, pero ya se está desarrollando un proyecto de renovación de la red principal con 30 pulgadas de tubería madre, que recogerán las aguas de Comuneros, parte de Claret y de Motilones”, declaró el líder comunal.
Un problema semejante ocurre con las calles, cuya última pavimentación ocurrió hace más de 25 años, pero el inevitable paso del tiempo, el tráfico y las lluvias, han llevado a las vías a un deterioro pronunciado.
Sin embargo, están bajo la promesa de la Secretaría de Infraestructura de intervenir esa calle y otras cuatro más una vez Aguas Kpital termine su trabajo.
De alumbrado también hay deficiencia en algunos sectores, pero, por medio de gestiones oportunas, se han logrado los arreglos.
Un proyecto para renovar la red principal de alcantarillado está en marcha. / Pablo Castillo / La Opinión.
Un nuevo rostro para la escuela
La escuela Número 33, ahora conocida como una sede del Colegio San Bartolomé, fue construida hace 47 años con el esmero de los habitantes por tener un lugar donde sus hijos pudieran formarse; donaron ladrillos, cemento y, poco a poco, los salones cobraron vida.
El año pasado, por iniciativa de la rectora, la antigua estructura fue demolida para alzar instalaciones nuevas y modernas.
“Estamos a la espera de un proyecto del gobernador, quien asignó un presupuesto de 2.500 millones de pesos para terminarla y ajustarla a la normatividad que hoy se exige para el regreso de los muchachos”, comentó Daza.
La escuela ha visto crecer en sus aulas a numerosas generaciones. / Pablo Castillo / La Opinión.
La inseguridad los está agobiando
Comuneros no ha sido exento de la crisis de seguridad que enfrentan una gran parte de barrios de Cúcuta y el área metropolitana.
De acuerdo con el presidente de la JAC, sumado a los hechos violentos presentados en Cerro Pico y la Brigada 30, viven su día a día en incertidumbre. La modalidad que más se ha visto en el barrio es el robo a las casas durante las noches y el hurto de celulares en las calles.
“Se meten de noche en las casas para llevarse lo que puedan, aunque han salido golpeados y baleados, porque la gente se cansa. Sin embargo, la policía trabaja fuertemente en La Laguna y Comuneros, tenemos un grupo de seguridad donde la gente informa, también hemos hecho frentes de seguridad”, expresó Jesús Daza.
La Parroquia Señor de los Milagros brinda servicios religiosos a los feligreses católicos del barrio. / Pablo Castillo / La Opinión.
Personaje destacado
Con 95 años de edad, Víctor Castellanos, oriundo de Durania y fundador del barrio, es distinguido por su lucidez mental y siempre buena disposición.
Luego de acciones altruistas como la invasión a Comuneros y a los terrenos que hoy ocupan el barrio 11 de Noviembre, en el municipio de Los Patios, estuvo en prisión en varias ocasiones. Ahora, satisfecho por la obra de su vida, se halla retirado en Chinácota, en donde está inmortalizando sus memorias en un libro.
Castellanos fue Concejal de Cúcuta, diputado y secretario del Senado, así como un gran impulsador del cooperativismo en el país.