Las gestiones han dado fruto
En las últimas administraciones municipales, el esfuerzo de la comunidad ha permitido la construcción de sitios como el parque y la cancha, para el disfrute de la niñez y la juventud.
Con las dificultades impuestas por la violencia e inseguridad desatada en la década anterior, durante esos años siguieron liderando proyectos en pro de Arnulfo Briceño, como la pavimentación de las vías principales en comunidad-gobierno y servicios de energía y gas domiciliario.
Aunque la zona deportiva se mantiene en tierra, sueñan con que algún día se materialice la idea de verla techada. Sin embargo, por ser conexa a la torre eléctrica, las cuerdas de alta tensión hacen del proyecto un riesgo inminente que ha enfriado sus ilusiones.
Con obras comunitarias como bazares y rifas, poco a poco han ido construyendo la capilla Las Lajas. Iniciaron obras hace 10 años, y ya hoy está toda construida en bloque y pintada de color durazno.
“El nuevo párroco de la iglesia Santísima Trinidad, de Cundinamarca, nos dijo que nos iba a ayudar a levantarla más bonita cuando acabe la pandemia”, señaló Mogollón.
El transporte también fue gestionado, una ruta de Trasan los lleva a diferentes puntos de la ciudad, con servicio hasta las 6:00 p.m.