Los casos de COVID-19 en aumento, la disponibilidad de Unidades de Ciudades Intensivos (UCI) en descenso, así como comunidades médicas que piden medidas más drásticas, ese es el panorama de mitad de semana que muestra la pandemia en Norte de Santander, que ayer dejó otras 377 personas contagiadas y otros 28 fallecidos.
Y es que desde el pasado 25 de junio, cuando la ocupación UCI se encontraba en el 89%, el departamento ha vivido un ascenso leve en este porcentaje, que hasta la noche de este martes se encontraba en el 94%, teniendo como techo el 95% del pasado domingo 4 de julio.
Los efectos y aumentos que se están viendo en la actualidad en la región obedecen a un máximo del tercer pico de la pandemia de la COVID-19, con una ola con más de 470 variantes muy contagiante, según le aseguró a La Opinión Arturo Arias, presidente de la Asociación de Médicos Intensivistas de Norte de Santander.
“Esta tercera ola es demasiado peligrosa porque ataca a jóvenes, niños, gente adulta, la primera y la segunda solo afectó a la gente adulta y ahora afecta hasta los niños, por lo que hay que tener mucho cuidado”, expresó el especialista.
Arias propuso que es necesaria la presencia de uno de los cinco o cuatro médicos intensivistas que hay en la ciudad en el Puesto de Mando Unificado (PMU) debido a que hay mucha información científica que debe ser tenida en cuenta dentro de esas decisiones que se toman desde esa instancia.
“Hay que controlar el genoma desde el punto de vista de diseminación epidemiológica, si usted no hace un control, no sabe por dónde va la variante, porque no se está clasificando por grupos”, expresó.
Para Arias, el Estado debe obligar a la sociedad civil a hacer un confinamiento obligatorio, “para poder tener un control de la diseminación masiva que se nos viene, y esto apenas es la tercera ola, pero viene una cuarta y quinta ola”.
“Esto apenas comienza, entonces hay que decirle a la gente que estamos en una situación de alto riesgo epidemiológico y yo veo que en Cúcuta la gente está como de vacaciones y todo el mundo está relajado. La recomendación a la Alcaldía y a la Gobernación es tomar las medidas de verdad para el bien de la comunidad y dotar de medicamentos a los establecimientos médicos”, expresó.
En Norte de Santander, si bien la ocupación UCI se encuentra en un 94%, solo hay disponibles 29 de las 457 camas UCI.