La Alcaldía de Cúcuta, a través de la Secretaría de Posconflicto y Cultura de Paz, implementó la estrategia “1,2,3 por la Paz Fronteriza” en los corregimientos de Banco de Arena y Palmarito, con el objetivo de mitigar el riesgo de reclutamiento, uso, utilización y violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes por parte de grupos armados al margen de la ley.
La iniciativa cuenta con 3 fases de ejecución, la primera se desarrolló en junio, donde se socializó y se concertó el proyecto con la comunidad. Posteriormente se hizo la inscripción de 100 menores, nacionales y extranjeros, de 11 a 17 años. Para esto se conformó una red de apoyo integrada por padres de familia y líderes de la comunidad, quienes acompañan el proceso.
Martha Cadena, coordinadora de la estrategia, señaló que están muy felices “por la receptividad de las comunidades. La participación de los padres y líderes demuestra que hay reconocimiento de la corresponsabilidad, pues también la familia y la sociedad tiene el deber de velar por sus derechos”.
Segunda fase
El pasado 12 de julio inició la fase 2 , permitiendo que los integrantes de la red de apoyo se capacitaran.
Andreina Carrillo, madre de familia de Palmarito, afirmó que el encuentro le pareció bastante didáctico, porque “mediante la obra de teatro que tuvimos acá se puede identificar cómo podemos hablar con ellos, porque el principal apoyo es escucharlos para que tengan la confianza de decirnos quiénes les están endulzando el oído y así nosotros podamos ayudarlos”.
Durante las siguientes semanas se desarrollarán talleres lúdico-pedagógicos en cada corregimiento, para empoderar a los menores y adolescentes sobre sus derechos fundamentales y aprendan a identificar factores peligrosos, definan su proyecto de vida, etc.
Asimismo, se retroalimentarán los avances con la red de apoyo. “Sabemos que este proyecto no es posible sin el apoyo de padres, líderes, ediles y corregidores, por eso los hemos vinculado al proceso y programamos encuentros para escucharlos, pues el trabajo en equipo es fundamental para avanzar en la construcción de paz”, dijo Bleidy Peñaranda, trabajadora social de la estrategia.
En septiembre se llevará a cabo la fase 3, que consiste en un evento de cierre donde los menores visibilizarán los aprendizajes adquiridos.
Al final, “se esperan dos resultados importantes, el primero es apoyar los proyectos de vida de los niños, niñas y adolescentes, es decir, articular con las ofertas institucionales de manera exitosa, para que así los proyectos de vida no se queden solo en un sueño. Y en un segundo lugar, brindar herramientas a toda la comunidad para que puedan identificar aquellos actores que ponen en riesgo a los niños y cómo podemos protegerlos entre todos” , indicó Elisa Montoya, secretaria de Posconflicto y Cultura de Paz.
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