Ante la oleada de inseguridad que atraviesa Cúcuta y su área metropolitana, las comunidades se enfrentan ahora a un fenómeno que va en aumento en la ciudad y que es aprovechado por las bandas detrás del microtráfico y los mismos habitantes de la calle: las casas y edificios abandonados.
El barrio Latino en la comuna 1, no es la excepción a este problema. La comunidad, comerciantes y empresarios llevan más de un año lidiando con los malos olores y la inseguridad generados por un edificio abandonado desde hace varios años.
Aunque el inmueble de tres pisos permaneció arrendado hasta hace poco, al no estar habitado en su totalidad, sumado a la falta de mantenimiento, lo dejó a expensas de los malhechores.
“Se han robado todo: La santa maría, tapas de los contadores, las acometidas eléctricas y una puerta y los vidrios de las ventanas. El edificio fue desvalijado por completo. Rompieron hasta las ventanas”, mencionó un comerciante del lugar.
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Esta situación ha generado la indignación en toda la comunidad, pues este edificio se ha convertido en una puerta de acceso a las residencias cercanas.
José René García, propietario del hotel Star Blue, ubicado junto al inmueble abandonado, afirmó que en tres ocasiones los ladrones han ingresado a su establecimiento hurtando las pertenencias de sus huéspedes, inclusive de sus empleados.
“Nos han robado tres veces. Ingresan por la terraza y se roban todo lo que encuentran a su paso, se robaron hasta los zapatos de la administradora del hotel”, aseguró.
Frente a este hecho, García instaló una malla de protección en el segundo piso de su edificio para evitar que estas personas se siguieran ‘colando’.
Sin embargo, estas medidas de protección no fueron suficientes, pues el último robo superó los tres millones de pesos.
Foco de contaminación
Además de representar un riesgo para la tranquilidad de los residentes y peatones que circulan en esta zona céntrica de la ciudad, el predio ha generado un grave problema de contaminación ambiental.
Cúmulos de basura, heces fecales, residuos alimenticios y escombros pululan en toda la propiedad, convirtiéndola en un basurero al aire libre.
El fuerte hedor se percibe a metros de estas instalaciones, contribuyendo a la presencia de diferentes plagas como insectos,roedores, cucarachas y gusanos que han proliferado por el abandono y ello se está trasladando a los comercios cercanos.
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Según los comerciantes, el lugar se encuentra en esas condiciones por causa de los habitantes de calle, quienes toman las bolsas de basuras y las esparcen en el ante jardín en busca de cualquier objeto u alimento que les sea de utilidad.
“Ellos esperan a que los restaurantes y comercios saquen la basura para llevársela hasta el edificio, abren las bolsas y botan todos los desperdicios y escombros en el ante jardín, el olor a putrefacciones es tan fuerte que llega hasta el otro lado de la calle”, indicó un comerciante del sector.
Otro foco de contaminación es la cantidad de bultos llenos de cereales dispersos en el pórtico del inmueble.
Según los residentes anteriormente el lugar fue usado como un depósito de alimentos y sus administradores al marcharse dejaron ‘tirados’ los fardos, contribuyendo a generar malos olores y plagas.
Prevenciones sin resultados
Aunque el propietario implementó algunas medidas preventivas como la instalación de alambre de púa en las rejas y soldar las entradas de acceso, la situación se ha salido completamente de control.
“A partir de las seis de la tarde, ese edificio se vuelve en un ‘hotel y una olla’ del microtráfico, la mayoría de los locales cierran por la inseguridad que se presenta”, manifestó Samuel Castro, comerciante de la zona.
Por otro lado, la comunidad dio a conocer que en repetidas ocasiones se han comunicado con el CAI del parque Nacional, pero las medidas que implementan no han sido suficientes para mantener el control.
“La policía viene y corre a los habitantes de la calle, pero al rato ellos retornan”, expresó Carlos Eduardo Salas, residente del sector.
La situación ha hecho que los residentes teman que el barrio Latino sea “otro cartucho igual que en Bogotá”.
En espera
El secretario de seguridad ciudadana de Cúcuta, Diego Villamizar, indicó que la Alcaldía conformó un grupo especial que identificará a los dueños de los predios abandonados para proceder con ellos con medidas administrativas por el desidia sobre sus predios.
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