Seis miembros de la Fundación Fase los Andes en alianza con otras entidades, le apuestan a crear pulmones vegetales en Cúcuta, a través de la siembra de plantas en espacios públicos donde hay inseguridad y consumo de drogas.
La iniciativa ha llegado a algunos barrios de la comuna 7, los parques Lineal, Arcoiris y en El Contento, donde han seleccionado las especies de plantas adecuadas según las condiciones climáticas.
Los miembros de la Cruz Roja de Cúcuta y la Fundación de Ambientalistas también se sumaron a una de las jornadas en el Instituto La Esperanza, donde se sembraron 400 plantas ornamentales para rescatar las zonas verdes que estaban deterioradas.
“La comunidad nos ha ido ayudando, la idea no es solo darles las plantas para que las siembren, sino enseñarles los cuidados que deben tener y cuáles son aptas para el sol o la sombra”, aseguró la trabajadora social, Julieth Olaya.
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Durante su más reciente jornada en la comuna 7, se sembraron 72 plantas entre especies florales, Sábila y Gaitana que contribuyeron a embellecer esta zona que anteriormente había estado marcada por la presencia de habitantes de la calle.
“Estamos haciendo una recuperación de aquellas zonas de miedo donde las personas sentían inseguridad. En la intervención del Parque Lineal vimos cómo los habitantes de la calle se unieron a la actividad y empezaron a cuidar las plantas”, contó Hector Gaitán, miembro de la fundación.
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Gaitán agrega que una de las experiencias más significativas que han tenido durante el proceso, es ver cómo las personas que habitan en las calles, también se han apropiado del tema y empiezan a tener más conciencia del embellecimiento de la ciudad.
Durante el proceso también se destaca el acompañamiento que han recibido por parte de Aguas Kpital, la Cruz Roja y el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Cúcuta, que han estado en contacto con la comunidad para transformar las “zonas de miedo”.
En este momento se están creando ‘Pulmones Vegetales’ en el Instituto La Esperanza, un lugar que alberga a personas con discapacidades que han encontrado en la siembra de plantas, una actividad para aprovechar su tiempo libre.
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“Estas personas encuentran en la jardinería ecológica una terapia para explorar su habilidades, sentirse en armonía y preservar el medio ambiente”, aseveró el agrónomo que también se ha unido al proyecto en alianza con Rotary.
Antes de llegar a cualquier zona de la ciudad, este grupo de personas se contacta con la Secretaría de Seguridad Ciudadana que interviene previamente en los lugares en alianza con los líderes comunales, que también han tenido efectos positivos durante el proceso.
En el barrio Ospina Pérez, de la comuna 7, el presidente de la Junta de Acción Comunal, Jairo Marcial, cuenta que los habitantes han recibido de manera positiva la restauración del ‘Parque de la 20’ ubicado frente a la parroquia La Natividad.
“Teníamos problemas de consumo de drogas, el espacio estaba muy abandonado, ahora los jóvenes ven que está más agradable y han empezado a hacer deporte. Para el día de velitas hicimos reciclaje de botellas y las personas estuvieron muy activas”, indicó Marcial.
Para el próximo año, se tiene la idea de llegar a las instituciones educativas de la ciudad para incentivar en los jóvenes el interés de trabajar por el medio ambiente y contribuir al cuidado de los lugares que han sido recuperados.
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