Entre olores nauseabundos, calles en mal estado y la invasión del espacio público han tenido que lidiar por décadas los vecinos de la urbanización Santa Lucía.

Aunque este sector cucuteño solo consta de cuatro manzanas, por lo cual no son muchos los que lo conocen,  los habitantes  manifiestan descontento frente a varias situaciones les afectan la paz y tranquilidad.

Invasión del espacio público

Esta situación, que se presenta de manera crítica en toda la ciudad durante años, se ha trasladado a diferentes zonas de la ciudad y Santa Lucía no ha sido la excepción.

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Los residentes aseguran que no solo hay ventas ambulantes sobre los andenes, sino que ahora el lugar se convirtió en un gran parqueadero público a cielo abierto.

La avenida 10E entre calles 7N y 5N se encuentra invadida por vehículos de carga pesada, además de transporte público y particular.

Hileras de carros, motos y camiones de carga apostados a ambos costados de la estrecha avenida, es el problema  al que diariamente debe enfrentarse la comunidad.

Desde hace más de dos semanas los habitantes reclaman acciones de las autoridades de Tránsito y Gobierno por la fuerte presencia vehicular que se ha adueñado del poco espacio público que queda.

“Desde las 5:30 de la mañana comienzan a llegar los carros y las motos. Las personas los parquean en toda la entrada de las viviendas como si fuesen de su propiedad. Esta es una zona residencial y lo que están haciendo se llama violación al espacio público”, mencionó un residente de Santa Lucía.

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La indignación frente a la situación  ha obligado a que sean los mismos habitantes quienes tomen medidas de prevención,  estableciendo obstáculos frente a sus viviendas y de esa manera evitar que lleguen a estacionarse.

“Por la cantidad de motos que habían no podía ingresar a mi casa, así que coloqué para prohibir que estas personas se estacionaran, aunque a veces tienen el descaro de quitarlos”, dijo una vecina que solicitó mantener su nombre en el anonimato.

Para la comunidad, el principal responsable del problema es un centro hospitalario ubicado en el sector, ya que es el personal médico y los pacientes los que estacionan sus vehículos frente a las viviendas.

Los andenes

La presencia de automotores no es únicamente el problema que aqueja a los habitantes. En Santa Lucía  los pasos para peatones se perdieron para quienes habitan en el pequeño barrio.

“La gente hace largas filas para que los atiendan en la farmacia y ocupan todos los andenes, no hay paso por ningún lado, mientras  que también  los vendedores ambulantes se adueñaron del andén”, mencionaron varios vecinos.

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Lo mismo ha sucedido con un supermercado de cadena, según los habitantes aproximadamente dos veces por semana llegan los vehículos de carga, pero se estacionan frente a las casas y han causado algunos daños.

Nelson Hernández, habitante de Santa Lucía, aseguró que en continuas ocasiones ha tenido enfrentamientos con los conductores porque bloquean la salida y entrada a su casa.

Frente a la situación, la comunidad se ha quejado sin éxito en la estación de Policía para que les ayude a dar una solución.

“Las respuestas que nos dan es que van a venir a ejercer control, pero en el barrio los estamos esperando y los conductores siguen haciendo lo mismo”, es el resumen de la inquietud ciudadana.

Por otro lado, Johana Duarte, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Santa Lucía, presentó derechos de petición a las secretarías de Gobierno y de Tránsito Municipal, “pero tampoco desde estos despachos se conocen soluciones para los graves problemas expuestos”.

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Otros problemas

Sumado a la invasión del espacio público, se  encuentra el mal estado en el que se encuentran las calles del lugar.

Grandes cráteres ‘adornan’ el asfalto  que durante la temporada de lluvias se convierten en peligrosas trampas cubiertas por el agua que dificultan la movilidad en esa zona cucuteña.

Además, por la falta de un buen alcantarillado pluvial en el barrio las alcantarillas se rebosan generando grandes charcos de aguas sucia que llegan a durar días.

“Tenemos más de una semana con esos charcos, el olor es insoportable”, advirtió Nelson Hernández.

Sin respuesta

Sobre este malestar que tiene convulsionados a los vecinos de Santa Lucía, La Opinión les preguntó sobre soluciones a la secretarías de Tránsito, pero sus titulares, al cierre de esta edición, no dieron ninguna respuesta.

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