Los cucuteños se tendrán que resignar a seguir padeciendo emergencias y tragedias por las inundaciones producidas por las lluvias que caen sobre la ciudad.

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No ha existido voluntad de los últimos cuatro alcaldes de turno para poner fin a un problema que en la ciudad afecta a las familias de todos los estratos sociales. “Igual se inunda la calle del pobre que la del rico”, dice el ingeniero civil y especialista de montajes hidráulicos, Argemiro Sánchez.

El profesional menciona que resulta extraño que una capital del tamaño de Cúcuta, cuyo territorio en su mayor extensión es plano, no tenga alcantarillado de aguas lluvias, por ello ante la menor llovizna sus calles quedan convertidas en peligrosos arroyos, como los que padece Barranquilla.

Pero lo que más asombro produce es que desde hace 16 años los alcaldes de turno han tenido que atender emergencias de inundaciones por lluvias, pero ninguno ha brindado una solución de plano.

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El actual alcalde, Jairo Yáñez, al menos produjo el proyecto del plan maestro de alcantarillado y lo radicó en la ventanilla única del Viceministerio de Agua, pero sin éxito hasta el momento para lograr los más de 400.000 millones de pesos que cuesta ejecutarlo.

Según el gerente de la Empresa de acueducto y alcantarillado de Cúcuta (EIS Cúcuta),  José Antonio Lizarazo, este proyecto no solo incluye la consultoría, sino los diseños a fase tres de los ocho puntos críticos principales más otros 40 que se tienen identificados.

Y aunque en el Viceministerio de Agua de Iván Duque se recibió viabilidad técnica, no sucedió lo mismo con la aprobación de recursos.

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Lizarazo dijo que en la actual administración se han invertido cerca de cinco millones de pesos en obras y soluciones en canales de aguas lluvias en mal estado y en sitios críticos con problemas hidráulicos.
 

A ocho meses de terminar el mandato de Jairo Yáñez no se vislumbra esperanza de que el gobierno de Gustavo Petro apruebe recursos para el citado plan maestro de alcantarillado pluvial, lo que mantendría el problema vigente para Cúcuta y el próximo alcalde que llegue al palacio municipal.

Pese al optimismo de Lizarazo por la aprobación de recursos del Gobierno Nacional, a estas alturas del año tampoco se tienen disponibles los 5.035 millones de pesos que cuesta hacer los diseños y la ingeniería de detalle de los primeros ocho puntos críticos de dicho plan.

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Sin plata y sin plan, algunos líderes de sectores donde una simple llovizna convierte las calles en verdaderos arroyos, como sucede en el barrio Prados del Este, denunciaron que el problema de la calle 7 de este sector demanda de una solución pequeña, pero no existido voluntad de la administración para atender los reiterados llamados de esta comunidad.

“En Prados del Este solo se necesita desviar el curso de las aguas lluvias que provienen de la parte alta de San Martín hacia el río Pamplonita, a la altura de la avenida Demetrio Mendoza, sin embargo, han pasado cuatro alcaldes y ninguno nos ha brindado esta simple solución”, dijo Ramón Carrascal, vecino de la calle 7.

Y esto mismo sucede en otros sectores de la ciudad en los que según expertos en hidráulica y alcantarillado consultados por La Opinión, las soluciones son sencillas y a bajo costo, como en la conocida ‘Calle del Burro’,  parte baja del intercambiador del puente Benito Hernández, en San Rafael, Canal Bogotá en su paso por el barrio Zulima o en la avenida Guaimaral y Zulima.

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El problema y el peligro en una ciudad sin alcantarillado pluvial se agranda si se cuenta con una malla vial en mal estado como la de Cúcuta. Ayer, por ejemplo, estuvo expuesta la vida de varios conductores que cayeron con sus motos y carros a profundos huecos que no tenían señalización.

“La ciudad entera es una trampa mortal por este motivo en época de lluvias”, dijo Ana María Rodríguez, una estudiante universitaria que tuvo fracturas en sus extremidades inferiores al caer en un hueco cuando se movilizaba en su motocicleta por la vía que conduce al barrio El Cují.

Órganos de control demandan soluciones

El personero de Cúcuta, Karol Yesid Blanco demandó acciones urgentes de la administración municipal para que ofrezca una solución urgente y definitiva al problema de las inundaciones producidas por las lluvias.

"No puede ser posible que por una simple llovizna la ciudad se paralice y se produzcan emergencias en las que no solo se atenta contra viviendas y enseres de las personas, sino con la vida misma", dijo el representante del ministerio público.

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Un ejemplo del peligro al que se enfrenta la gente es el canal Bogotá, del cual la Personería le ha solicitado sin éxito a la alcaldía adoptar medidas urgentes para prevenir que los carros con sus pasajeros caigan a esa alcantarilla.

La ausencia de señales de tránsito o de un encerramiento adecuado convierte a ese canal en una trampa mortal, al igual que la gran cantidad de huecos que quedan cubiertos por las lluvias y representan peligro para la vida de los conductores.

Para el personero también se está fallando en la gestión y prevención de riesgos y desastres, y por ello cada vez que llueve vemos como más familias pobres pierden sus viviendas por deslizamientos de tierra o inundaciones.

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Blanco denunció que lo que le ha faltado a la administración municipal y a la misma EIS Cúcuta es gestión de los recursos que se requieren para el alcantarillado pluvial ante los organismos nacionales. "No se han visto en los casi cuatro años de la administración Yáñez resultados positivos en esta materia", dijo el personero de Cúcuta.

Por su parte, el contralor municipal, Óscar Sandoval  mencionó que el problema de inundaciones es de vieja data y obedece principalmente según la evaluación por parte de este órgano de control a la carencia de un sistema de alcantarillado pluvial, ya que solo se cuenta con un sistema combinado que no tiene la cobertura ni la capacidad de drenar el volumen de agua que se genera principalmente en épocas de lluvias.

Somos conscientes que un proyecto que solucione los problemas de inundación de manera efectiva de la ciudad requiere de una gran inversión (estimado a la fecha de un billón de pesos, lo que hace poco accesible con las rentas propias), por eso, hoy, Cúcuta requiere que se lidere una gestión que integre a todos los niveles interinstitucionales del orden municipal, departamental y nacional con el propósito de la consecución de los recursos necesarios que viabilicen la ejecución de un proyecto de esta magnitud. Complementario a esto se requiere fortalecer los controles sobre el licenciamiento de nuevas urbanizaciones y construcciones en zonas propicias a las inundaciones, para que se garantice que todo proceso urbanístico se construya por encima de la cota de inundación.

Solo de esta manera se logrará minimizar el impacto socioeconómico derivado de los daños ocasionados a todos los habitantes que se exacerban en épocas invernales, esta solución urge se priorice, ya que por años viene siendo reclamada por la ciudadanía. 

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