Ver los rostros de sus tres hijos, dos de ellos gemelos, y preguntarse todo sobre sus orígenes sin encontrar respuesta, así resume los últimos años que ha vivido Renate Stokland, una noruega que nació en Cúcuta, pero fue adoptada por una pareja de ese país cuando apenas tenía 5 meses de nacida.
Apóyanos y suscríbete: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
A sus 41 años, Renate tiene cientos de preguntas y todas sin respuestas. Esta trabajadora social, supo desde pequeña que sus padres la adoptaron, pero solo hasta cuando fue madre de su primera hija, hace 12 años, las inquietudes sobre sus raíces empezaron a calar en su cabeza. Y todo fue más intenso con la llegada de los gemelos, hoy de 8 años, uno de ojos azules y cabello claro y el otro de ojos oscuros y cabello castaño.
Verlos tan distintos a ella la puso a cuestionarse sobre sus padres o familiares en Cúcuta.
“No sé cuáles son mis raíces ni mis ancestros. Mi mayor deseo es llegar a tener respuesta a esas dudas y son muchas. Pienso muy a menudo en cuál es la apariencia física de mis padres, si tengo o no hermanos, si nos parecemos. ¿Qué rasgos heredé de mi madre? ¿Qué rasgos heredé de mi padre? ¿Eran jóvenes o de edad avanzada cuándo nací? ¿Cómo estarán ahora? ¿Cuál fue la razón por la que decidieron darme en adopción?”, dijo Renate a La Opinión, ayudada por un traductor.
Renate no habla español, pero desde hace tres años que inició a buscar respuestas a sus preguntas se ha esforzado por aprenderlo. Es hija única.
Ella celebra sus cumpleaños el 27 de febrero sin la certeza de que ese haya sido su día de nacimiento, lo hace solo porque así lo dice un documento que le entregaron a la mamá en julio de 1982, cuando ella viajó a Cúcuta, después de esperar por 2 años, para que fuera tenida en cuenta, junto a su esposo, en un proceso de adopción.
“Mi madre adoptiva vino por mí a Cúcuta, mi padre no pudo hacerlo. Ellos recibieron mi asignación por escrito en mayo de 1982, le dijeron que había una bebé en muy mal estado de salud y por eso permanecía en el hospital, entonces para julio de ese mismo año mi madre adoptiva vino a conocerme”, dijo Renate.
Lea: Exalcalde de Pamplona, Ronald Contreras, es absuelto en proceso que lo tuvo detenido
La información que recibieron los padres adoptivos es que la niña nació prematura y por eso estaba en incubadora en un hospital del que no recuerda el nombre. Al parecer, Renate estuvo desde el primer mes de mi vida en el centro médico por lo que es posible que haya pasado algunos días con su madre biológica, según contó.
Una búsqueda imposible
A pesar de que Renate ha buscado respuestas contactando al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, hasta la fecha no le han entregado información que pueda ayudarla a saber de sus padres biológicos.
“Sueño con viajar a Cúcuta algún día. Sueño mucho en conocer a mi familia biológica”, confesó.
También aseguró que sus padres noruegos siempre han sido muy abiertos sobre su origen y comparten ese deseo con ella, de que pueda encontrar respuestas. Inclusive le han manifestado que de encontrar a sus familiares en Cúcuta, ellos también viajarían para acompañarla y de paso agradecer a la familia biológica por haber traído al mundo a la bebé que les alegró sus vidas.
En esta búsqueda de los suyos en Cúcuta, Renate ha contado con la ayuda de Arturo Sierra, un colombiano intérprete que habla inglés, noruego y sueco a quien conoció a través de referencias de conocidos que han sido ayudados en un reencuentro con sus familiares y quien se comprometió a ayudarla en su búsqueda.
Fue él quien logró con la partida de nacimiento encontrar en la Notaria Segunda de Cúcuta el registro civil.
Renate descubrió que su primera identidad al nacer fue Luisa Fernanda Gómez y que fue registrada el 25 de mayo de 1982 y que estuvo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, mientras se lograba todo el trámite de una adopción.
Esa es la única información oficial que han logrado en tres años de búsqueda, porque al indagar en el hospital y otras oficinas no hay rastro alguno de pistas que la lleven a sus padres u otros familiares.
“Se ha verificado en el hospital, pero dicen que ese archivo está en la Biblioteca Pública y allí solo logramos dar con el registro, pero no hay nada más. Es como si toda la información hubiera desaparecido”, contó Arturo.
Las expectativas
Acompañada de sus padres adoptivos, sus hijos y todos los suyos, Retante vive una vida feliz en Noruega y agradece por ello, pero su deseo más profundo es conocer sus orígenes, eso la llenaría por completo.
“Tengo unos padres adoptivos muy buenos. Nunca tuve hermanos y eso hace que sienta aún más la necesidad de conocer a mi familia biológica en Colombia, porque tal vez los tenga en Cúcuta”, contó.
La mujer asegura que su sueño y anhelo más grande es pensar en un reencuentro con quienes compruebe que son su familia.
“Espero que alguien me reconozca o me ayude a contactar a mi familia biológica. Lo único que recuerda mi madre para la fecha es que yo era la única niña en el hogar sustituto en el que estaba y allí se conoció con una mujer llamada Marlene, quien era la representante local de la agencia de adopciones.
Otro dato que recuerda la mamá noruega de Renate es que recibió ayuda de un taxista, del que recuerda que su nombre era Jesús y a quien de cariño le llamaban Chucho y conserva una foto de él, así como de Marlene.
“Tengo muchas expectativas de que alguna de estas personas me pueda ayudarme a encontrar a mi familia biológica, que puedan acordarse de mi cuando fui bebé o de mi mamá cuando vino a adoptarme en Cúcuta”, finalizó.
Si usted tiene información que ayude a Renate a encontrar a su familia puede escribir a los correos:
-laura.serrano@laopinion.com.co
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.