“Estamos cansados de los cultivos ilícitos que solo engruesan el bolsillo de quienes lo comercializan, y descubrimos que el cacao es más rentable para nosotros”, explicó Rubén Castillo, de la Asociación de cacaoteros del Catatumbo.
El campesino hace parte del programa nacional ¡Tengo un Proyecto, Hagámoslo Realidad!, que busca seleccionar ideas o iniciativas productivas y sociales que evidencien la sustitución de cultivos ilícitos.
Castillo relató que los 128 miembros de su asociación están aprovechando el potencial de sus tierras, y están produciendo mensualmente 12 mil kilos de cacao.
“Un kilo cacao se vende en 5 mil pesos, y producirlo cuesta 4.750, por lo que necesitamos un empujón para comprar más maquinaria y apostarle a la exportación”, explicó Carrillo.
La asociación aspira a tener unas 600 hectáreas más de cacao y estar exportando su producto en 2025.
Para ello, hoy presentarán su idea de negocio a por lo menos 50 cooperantes nacionales e internacionales que harán parte de la rueda de negocios liderada por Propaís, la Agencia para la Renovación del Territorio y la Alta Consejería para el Posconflicto, en el Encuentro por la Paz realizado en el parque Cúcuta 300 años.
Al igual que los cacaoteros del Catatumbo, 221 asociaciones de Norte de Santander, entre ellas víctimas de la guerra, presentarán hoy sus ideas de negocio en busca de aliados, cooperantes y compradores.
Café Don Anton, es la propuesta que trae la Cooperativa de Caficultores del Catatumbo, que reúne a 1.930 afiliados en el departamento.
Aunque ya comercializan su café en Ocaña y el sur del Cesar buscan un aliado les permita llevar su producción por todo el mundo.
“Tenemos un café de primera calidad tipo exportación y buscamos financiación para una adquirir una planta procesadora que nos permita tecnificar la producción”, explicó Víctor Carreño, coordinador de la propuesta.
Los esposos Leonardo Barón y Veruskka García, oriundos de Chinácota llegaron a la feria con dos proyectos diferentes.
Mientras que Barón busca financiación para su fábrica de cárnicos artesanales, donde produce chorizos, salami, pepperoni, entre otros productos, García le apuesta a reunir todos artesanías, comidas, confecciones y todo tipo de creaciones chitareras en un mismo lugar.
Su idea es un enorme local comercial que reúna todos los productos que se fabrican en Chinácota para que los turistas encuentran todo en un mismo sitio.
Los campesinos de la zona rural de Cúcuta también hicieron su aporte. La Asociación Multiactiva de los Andes (Buena Esperanza), exhibieron sus productos apícolas. Buscan llevar su miel y propoleo a todo el país.
María Lucía Castrillón, gerente de Propaís, resaltó la importancia de los Encuentros por la Paz, los cuales les facilitán alianzas productivas a los emprendedores de las regiones, en tiempos de paz.