Desde hace varios años se viene presentando una situación de inseguridad en Puente Barco, uno de los barrios que conforman la Comuna 10 de Cúcuta, referida al canal de aguas lluvias que atraviesa al sector.

Esta problemática se puede desglosar en varias aristas, ya que el conducto de aguas arrastra no solo los desechos residuales de algunos barrios en dicha zona como Cuberos Niño, Santo Domingo, La Cabrera y Puente Barco, sino también otros males que afectan a esas comunidades.

Refugio de habitantes de calle

Según se conoció, el canal se convirtió en un refugio para las personas en indigencia, quienes realizan todo tipo de actividades ilícitas en la infraestructura, el consumo de sustancias alucinógenas y los robos frecuentes son unas de ellas.

Conforme a Pompeyo Ortiz, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Puente Barco, “todos los días llegan alrededor de 50 habitantes de calle que se ubican sobre el canal, y el lugar se convirtió en toda una olla”.

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“No había un día que estuviésemos tranquilos en nuestro hogares, siempre habían disputas, consumo de alucinógenos, robos, era una situación preocupante”, mencionó un habitante de la zona.

Este problema no solo afecta a estas comunidades, sino también el turismo y comercio que atrae el monumento histórico de Cristo Rey, el cual se encuentra a escasos metros del conducto de aguas lluvias.

Por lo tanto, uno de los factores por los que ha bajado el turismo en el monumento, en parte se debe por dicha problemática, que según aseguran los habitantes lleva más de diez años presentándose.

De acuerdo con el líder comunal, la situación se agudiza cuando al lado de la infraestructura se encuentra un pequeño parque que antaño era utilizado por los más pequeños de la zona, sin embargo los habitantes de calle hicieron de este su zona de descanso.

Además, las personas en indigencia abren las bolsas de basura, generando una contaminación en las inmediaciones del canal, lo que hace casi que intransitable el paso a pie por ese sector.

Intervención de la Alcaldía

En vista de la gran cantidad de problemas que estaba causando el canal a los vecinos, la administración municipal instaló en junio de este año una reja en la parte de la infraestructura donde se ubicaban las personas en indigencia; una acción que respaldó la comunidad.

En ese momento, la Secretaría de Infraestructura indicó que esta medida preventiva se llevó a cabo en el marco del mantenimiento y mejoramiento del parque de Puente Barco, debido al deterioro en el  lugar de esparcimiento.

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Entran de igual forma

No obstante la medida de seguridad duró algunas semanas, pues los habitantes de calles al poco tiempo encontraron la forma de pasar las rejas, o en su defecto escalarlas, y desde ese entonces han seguido “haciendo de las suyas” en el escenario.

Lo anterior, “en vista de que el ingeniero encargado de la obra dejó el espacio entre rejas demasiado grande, y por allí es que se pasan, por lo tanto la problemática continúa”, informó un vecino.

Así mismo, las personas en indigencia han logrado dañar las rejas y meterse con más facilidad en ese sector del canal, lo que ha causado un descontento general, en vista de que no se ha podido eliminar esta problemática. 

Por ende, se conoció que se han entablado conversaciones para contratar a alguien que suelde ese espacio entre rejas, y que las personas en indigencia no se sigan metiendo al escenario.

Tanto integrantes de la JAC como la comunidad en general, volvieron a hacer un llamado a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y a la administración municipal, que vuelvan a prestar atención a esta problemática, ya que todos consideran al canal como la madre de todos los males en Puente Barco.

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