El Colegio Gonzalo Rivera Laguado, ubicado en la comuna 1 de Cúcuta, se ha convertido en un referente de formación técnica en la industria de la marroquinería.
Lea también: Desde ya, Cúcuta le dice no al uso de la pólvora
Una oportunidad que tienen los estudiantes desde el grado décimo, para ingresar a la técnica en marroquinería, donde adquieren habilidades tanto en el diseño como en la fabricación de artículos de cuero. Además, el colegio proporciona un taller equipado, donde los jóvenes pueden poner en práctica sus conocimientos y desarrollar sus proyectos.
Una formación integral que, incluye, además de las técnicas de producción, temas de emprendimiento, lo cual fomenta una mentalidad empresarial en jóvenes para que puedan enfrentar las demandas del mercado laboral.
El resultado de este programa ya se vio materializado en el lanzamiento de una colección propia, creada completamente por los estudiantes.
Lea además: Expresidente Uribe critica a Petro por uso de impuestos y subsidios
Inspirados en las flores, los jóvenes diseñaron productos de calidad que buscan ofrecer al público, con la esperanza de contar con el apoyo de la ciudadanía y la posibilidad de expandir sus proyectos.
La elección de la marroquinería como eje formativo no es casual, esto, teniendo en cuenta que, en Cúcuta, esta industria y la del calzado representan motores económicos esenciales para la región, generando empleo y promoviendo el desarrollo local.
Por esta razón, la iniciativa del plantel educativo busca, precisamente, responder a la demanda de mano de obra calificada en un sector que ofrece amplias posibilidades laborales, especialmente para las comunidades vulnerables de la comuna 1.
El empresario Yamith Quintero, quien asistió al evento de lanzamiento de la colección de los estudiantes, elogió la calidad de los productos y destacó el potencial que estos jóvenes representan para el sector.
Entérese: Siguen inconclusos los corazones de barrio de la administración pasada en Cúcuta
“Es gratificante ver el talento y la dedicación de estos estudiantes. En mi empresa ya he tenido la oportunidad de contratar a egresados de esta institución, y su formación es realmente destacable”, señaló Quintero, quien se ha convertido en uno de los principales aliados en el desarrollo del programa.
En este sentido, el impacto de esta formación trasciende el ámbito escolar, ya que los egresados también cuentan con la oportunidad de continuar su educación a nivel universitario, pues la Universidad Simón Bolívar ha establecido un convenio de homologación que permitirá a los estudiantes del programa de marroquinería continuar sus estudios en ingeniería industrial, abriendo nuevas puertas para su desarrollo profesional.