Debido al aumento del número de contagiados y fallecidos por COVID-19 en Antioquia, Atlántico, Bogotá y Valle del Cauca, ciudades que tomaron medidas urgentes de confinamiento por el alto nivel de ocupación de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), es necesario anticiparse a la tercera ola de la pandemia en Norte de Santander.
Así lo indicó el Colegio Médico del departamento en una carta enviada al gobernador Silvano Serrano y alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, porque “la experiencia nos enseña que una respuesta anticipada, con la aplicación de medidas preventivas, antes de alcanzar un nuevo pico de pandemia y anticipándose a una situación crítica reducen la aceleración de la tasa de contagio y evitan sus consecuencias”.
Para el gremio de los galenos y del sector salud, es ahora el momento para tomar decisiones de verdadera y efectiva prevención, que permitan proteger la vida y la salud de la población.
En el más reciente informe epidemiológico, entregado este jueves por el Instituto Departamental de Salud (IDS), la región no registró muertes por la enfermedad, pero sí 120 infectados. La ocupación UCI a nivel departamental es de 45% y en Cúcuta es del 47%.
¿Qué propone el gremio médico?
-Adoptar medidas restrictivas de movilidad focalizadas mediante actos administrativos emanados por la Gobernación y alcaldías:
• Toque de queda de verdadero impacto.
• Pico y cédula.
• Control de aforos en áreas comerciales.
• Restricción para la realización de eventos y espectáculos en espacios públicos, que generen aglomeración.
• Control y vigilancia a la ciudadanía en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad y las impartidas en los decretos gubernamentales.
• Control en los sitios de paso de migrantes provenientes de Venezuela.
• Seguimiento a los indicadores epidemiológicos para mantener la alerta y tomar medidas de aislamiento preventivo obligatorio.
- Insistir de manera permanente a la ciudadanía en acatar activamente el autocuidado, manteniendo las medidas de bioseguridad: uso de tapabocas, lavado de manos, estricto distanciamiento social, no salir de casa, aplazar la realización de festejos y reuniones sociales.
- Ejercer control y vigilancia sobre el papel y responsabilidad de las Entidades Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB) y Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), en el cumplimiento de sus funciones.
-Aumentar de manera inmediata la cantidad de pruebas diagnósticas que permitan la detección oportuna de los nuevos casos, hacer seguimiento y establecer cercos epidemiológicos:
• Las IPS públicas y privadas deben establecer su propio plan de contingencia teniendo como referencia la situación crítica evidenciada en los anteriores picos de la pandemia.
• Disponibilidad de talento humano, infraestructura y camas UCI.
• Abastecimiento de medicamentos, insumos y dispositivos esenciales para la atención de los pacientes COVID-19.
-Disponibilidad de suficientes, adecuados y seguros elementos de protección personal.
-Continuar el programa de vacunación contra la COVID-19, gestionar la entrega de mayor cantidad de dosis de vacunas y propiciar el acceso de otros grupos de población a la vacunación:
• Vacunación masiva.
• Ampliar el rango del grupo etario a vacunar teniendo en cuenta las cifras reales de la población en la región.