El 2020 significó un reto grande para dirigentes y ciudadanos del país con la llegada de la pandemia provocada por la COVID-19. Los niños tampoco estuvieron exentos de esta realidad y fueron testigos de las distintas situaciones por las que está pasando su país.
Por esta razón, tres estudiantes cucuteños dieron a conocer su punto de vista sobre temáticas que han hecho eco y preocupan a las generaciones del futuro en caso de que no sean tratadas de forma adecuada.
“Debemos iniciar la paz desde nuestros hogares”
Soy Juan Manuel Espinel Carvadillo con 9 años de edad, estudiante del grado 4°, del Colegio Integrado Juan Atalaya (Colija), sede Cúcuta 75.
Me siento orgulloso de ser colombiano y vivir en un pedacito de tierra llamado San José de Cúcuta y reconocer que mi país Colombia es hermoso, con riqueza natural y gente trabajadora y una historia de lucha y logros a través del tiempo.
Aunque soy muy niño, he escuchado que en mi país, se habla de paz, porque existen algunos lugares con violencia y desobediencia que afectan a nuestra gente, el progreso y lo más triste el duelo en las familias colombianas.
En mi país debemos iniciar la paz desde nuestros hogares, en el colegio, en las calles, los gobernantes y así permitirnos ser felices y disfrutar nuestra niñez.
Esto se logra si hay voluntad, disposición para evitar conflictos y llegar a acuerdos y construir buenas relaciones que nos permitan tener una convivencia en calma.
Nuestros gobernantes han querido la paz en nuestro país y por eso, escucho en las noticias que hay diálogos, compromisos que unos atienden y otros no y esto nos hace pensar que pasarán muchos años y Colombia tendrá que seguir luchando para lograr la paz y la tranquilidad y el pueblo apartar solidaridad, justicia y contar con la bendición de Dios.
Si en mi país existiera trabajo para los colombianos, los campesinos podrían cultivar sin miedo a la violencia y les ayudaría un trabajo digno y los niños pudiéramos comer y estudiar todos los días, la paz reinaría en todos los corazones de la gente y se viviría en paz.
Como niño pienso que Colombia va a lograr la paz, en muchos años, cuando nosotros crezcamos con valores de justicia, solidaridad, respeto y que podamos educarnos y aportar todo cuanto podamos para hacer nuestro país Colombia, un lugar de oportunidades para vivir en sana convivencia y podamos darle a todos un abrazo de Paz
Juan Manuel Espinel Carvadillo (Grado 4)
Colegio Integrado Juan Atalaya
Paz
Karla Yaneth Vega Vega
Colegio Integrado Juan Atalaya
“Somos un país con iniciativas de la ciudadanía”
En Colombia tenemos el reto de mostrar que somos un país activo en propuestas de paz, y esta se viene construyendo desde hace mucho tiempo.
Somos un país con iniciativas de la ciudadanía. Como la del 9 de marzo de 1990 donde se firmó el primer acuerdo de paz con el M-19, en el mandato de Virgilio Barco, y siguiendo con las FARC, el 16 de septiembre del 2016 en el gobierno de Juan Manuel Santos.
Pasaron 26 años para poder llegar a otro acuerdo de paz. Los colombianos somos optimistas y sabemos que la única salida que tiene nuestra nación es la paz. Pero como todos sabemos hay personas que tienen intereses personales y no permiten que el país llegue a una paz verdadera, porque la guerra es una empresa que deja mucho dinero, a costa de la vida de inocentes que son los que pagan los platos rotos.
Y el Gobierno es el responsable de la seguridad de todos los ciudadanos del país.
Por ello, Colombia necesita dirigentes que se pongan la camiseta y trabajen por el bien común y no por el bien personal, como los presidentes que han luchado por la paz como Virgilio Barco y Juan Manuel Santos: necesitamos más presidentes idóneos como estos, para que logren acuerdos de paz con los grupos al margen de la ley, terminando de una vez por todas el conflicto en Colombia.
Y si dos presidentes lo han logrado, yo sé que habrá más personas con capacidades para lograr grandes retos como estos, solo que tenemos que descubrirlos y elegirlos como nuestros dignos representantes, para que hagan historia y ayuden a nuestro sufrido pueblo que tanto anhela vivir en paz y tranquilidad, para darle un mejor futuro a sus hijos y a las nuevas generaciones.
Yo creo que el Gobierno debe de aprobar leyes más drásticas para que los insurgentes se abstengan de cometer actos ilícitos y se incorporen a la sociedad siendo gente de bien que aporte para el desarrollo del país. De esta manera podemos llegar a una paz definitiva y duradera.
Nuestro devenir es incierto porque nadie conoce el futuro y no sabemos qué clase de dirigentes tengamos dentro de cinco o diez años, solo les puedo decir que tenemos que saber elegir a nuestros representantes, porque ellos son los que firman los grandes acuerdos de paz.
Sistema de salud
Por Maryangel Castillo Carvajal
I.E. Sagrado Corazón de Jesús
La clave es el control estricto a los recursos de salud
Con la reforma a la salud que propone el Gobierno Nacional, ‘Salud Mía’ sería la nueva responsable de las afiliaciones, recaudo, administración, pagos, giros y transferencias, un giro que pondría en duda el sistema de salud de la nación.
En nada beneficia a los afiliados, sino que alimenta el padecimiento de quienes sufren enfermedades, en un país que demanda calidad en el servicio. No hay soluciones reales ante las emergencias presentadas por los principales convalecientes y usuarios, testigos de todo tipo de solicitudes médicas.
Solo debería hablarse de sistemas nuevos si desaparecieran en este nuevo los defectos del anterior, porque sin una buena atención, se podrían originar más casos que agraven enfermedades severas y crónicas. Esto originaría pérdidas humanas imparables, o en su defecto, generaría numerosas tutelas.
Con el nuevo sistema se espera la reconstrucción de establecimientos como hospitales y centros médicos que son propiedad del estado, pero también se deben tener en cuenta las llamadas ‘clínicas de sangre’, lugares donde se prestaba atención médica en antaño.
En la parte médica-científica, el personal que presta sus servicios debe ser dignamente remunerado, sin recarga de horas laborales y bajo las normas respectivas, para asegurar una buena atención a los pacientes.
También se necesita mejorar el servicio de atención en los centros de más bajos niveles, considerados de alto riesgo, para evitar los ya oídos y no erradicados ‘paseos de la muerte’.
En conclusión, mantener un estricto control sobre los recursos de la salud y evitar el desangre sin descargue público es necesario para garantizar una mejor salud en Colombia.
Vulnerabilidad
Por María Gabriela Benítez Blanco
I.E. Sagrado Corazón de Jesús
La salud infantil, un tema al que hay que ponerle la lupa
Según un estudio realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística a junio del 2018, en Colombia hay 48.168.996 niños, una población importante para el país, porque simboliza la alegría de muchos y el vivir de otros, pero cada vez que uno de nosotros se enferma, en especial de gravedad, los demás nos preocupamos.
Una amplia cantidad de inmigrantes buscan aquí una vida mejor, fuera de su país, quieren cuidar a sus hijos y por eso trabajan arduamente. Hay casos en los que los hijos de esas personas se enferman y tienen que llevarlos con urgencia a un hospital de la ciudad. Ahí es donde viene el problema.
En los hospitales y clínicas, hay ocasiones en las que los llaman de una manera despectiva e irrespetuosa, cuando esa persona solo está preocupada por el bienestar de su hijo. Le duele verlo así, solo quiere lo mejor para ese preciado pequeño.
Ahora, con el contexto de la pandemia, los niños están más vulnerables a contraer enfermedades. Una en la lista es la COVID-19. Resulta preocupante ver a otros niños contagiarse y morir por esta enfermedad, que ataca con todo hasta acabar con las defensas.
Muchos no tenemos en cuenta esta situación, creemos que solo “por ser niños”, no contraeremos la enfermedad. Esto no es así. Ahora, más que nunca, debemos cuidarnos, porque nuestro sistema podría caer en un simple gripe, pero puede agravarse y recibir un sistema inmune que no esté preparado.
La salud de los niños es muy importante, por eso es parte de nuestros derechos fundamentales. Por lo tanto no debemos romper ese derecho, es muy doloroso para nuestro país ver a un niño que, aunque sea desconocido, lamentablemente muera.
Ustedes, padres o madres cabeza de familia, señor o señora, en cualquier lado vemos niños, tenemos algún familiar que sea un pequeño, un amigo que tenga algún hijo, sus nietos, desde mi rol de niña los invito a que los cuiden y los valoren.
Pandemia
Gladys Michell Parcea Moncada
I.E Pablo Correa León -Sede Valle Esther
Una realidad a la que no me podría acostumbrar
Me acuerdo que la cuarentena empezó un domingo, en el transcurso de la mañana y como todo domingo fuimos a misa, cuando llegamos a casa un familiar nos llamó diciendo que en la radio estaban dando una noticia importante, después de finalizar la llamada nos dirigimos a prender la radio, no paso mucho tiempo cuando escuchamos la noticia donde se hablaba que ya se había registrado el primer caso de COVID-19 en Colombia.
Me sorprendí mucho, ya que nada más pensé que sería una eventualidad. El primer día de la cuarentena lo tomé como un descanso pues pensé que seria temporal, pero no fue así. Después estaba muy intranquila y pensaba que iba a enloquecer, sentía que no me iba a acostumbrar a estar encerrada, pensaba que no podría estudiar en la escuela, extrañaba el ambiente escolar, sentía que la casa cada día que pasaba era una prisión, mi cuarto una celda que ocuparía por mucho tiempo.
No podía acostumbrarme al hecho de no salir a la tienda, a mi escuela, al parque, Todo era inimaginable porque no sabíamos qué podría seguir ocurriendo y tuvo que pasar como mes y medio para poder entender que esta era mi nueva realidad.
Después de acostumbrarme a estar encerrada veía mi alrededor normal, pero mi perspectiva de estar en una cárcel no cambiaba.
Presiento que ahora que crearon las vacunas para inmunizarnos contra el virus va a permitirnos regresar a la normalidad y es un gran avance para la humanidad. Tengo la esperanza de que todo vuelva a ser como era antes.
Algo positivo de la cuarentena que recordaré por siempre es el haber pasado más tiempo con mi familia, los pasatiempos desarrollados con ella, las clases virtuales en soledad y la importancia de cuidar nuestras vidas.
Si queremos avanzar debemos pensar positivo. Es de gran importancia que retomemos nuestras vidas y aunque muchas cosas no volverán a ser las mismas no debemos acostumbrarnos a esta anormalidad que es para volvernos locos. No podría acostumbrarme nunca.