Con preocupación y resignación los propietarios de los negocios comerciales aledaños al parque Amelia, ubicado entre las calles 9 y 10 con Avenidas 0 y Diagonal Santander, ven como la inversión en sus locales, dispuestos para restaurantes, no prospera debido a la delincuencia que se congrega en este concurrido punto.
En el terreno del parque Amelia funciona una concesión constituida por los locales donde funcionan, además, los despachos de varias secretarías de la Alcaldía de Cúcuta. Sin embargo, progresar allí es una tarea difícil, pues los clientes se espantan por los habitantes de calle, los atracos y el vandalismo a las instalaciones de los locales.
Habitantes de calle
Para muchos cucuteños transitar por el parque Amelia representa un peligro, puesto que los atracos son un rumor recurrente, que daña la imagen de ese espacio. John Bocanegra Chacón, secretario directivo de Agrentur (Gremio nocturno y turístico de Cúcuta), explicó que la alta presencia de los habitantes de calle ha dificultado que las personas que invirtieron en la construcción y adecuación de los locales puedan arrendar.
Bocanegra se mostró preocupado por la seguridad de los cucuteños, pues se supone que dicho parque es un espacio para la recreación de las personas, donde también pueden encontrarse a comer o divertirse.
“Usted ve docenas de drogadictos pasar por detrás del parque hasta la Fuente Luminosa, ubicada a pocas cuadras, sin que nadie les diga nada. Se supone que ese parque está para el disfrute de la comunidad…”, indicó Bocanegra.
Las inconformidades
La inconformidad de las directivas de la concesión ya es conocida por la Alcaldía. A través de un oficio enviado a la Secretaría General, de Gobierno y Seguridad Ciudadana, explican la situación, que no solo afecta económicamente sino en materia de seguridad.
“El parque Amelia es un foco de microtráfico, hurtos, y una alta presencia de habitantes de la calle y todo lo conexo a esta burbuja que muestra a Cúcuta como una ciudad peligrosa… Nos duele y nos afecta económicamente, el vandalismo que se presenta, la inseguridad, el mal ambiente debido a las heces de indigentes lo cual está perjudicando las infraestructuras de los locales comerciales y de igual manera impide que un arrendatario quiera permanecer en el local durante la vigencia de su contrato…”, indicaron en el documento.
Su experiencia
David Calderón tuvo dos locales arrendados durante cuatro años. Resistió a los dos robos a los negocios y el acoso constante de los habitantes de calle a los clientes. “Hasta julio o agosto de 2021 estuve allí. Es difícil esa situación porque a la gente le da miedo ir y que lo roben, hasta para uno”, añadió.
Calderón se refirió a lo duro que resulta prosperar allí. “Vi como robaban gente, la agredían, hasta disputas de expendedores; una vez apuñalaron a un habitante de calle que cayó al andén de mi negocio ¿Qué imagen me iba a dejar ese hecho?”.
Alejandro Martínez, secretario de Seguridad Ciudadana, explicó que se han adelantado diferentes operativos en el parque junto con el Ejército y Migración Colombia. Para el funcionario los habitantes de calle y la invasión al espacio público, por vendedores informales, es preocupante.
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