En los primeros meses de 2020, los resultados de las encuestas de percepción de seguridad del DNP y la Red de Ciudades Cómo Vamos para el municipio de Cúcuta, generaron preocupación, dada la alta percepción de inseguridad de los cucuteños,.

Por eso es pertinente analizar los determinantes de la percepción de inseguridad desde cuatro teorías para entender las dinámicas, iniciando por la Vulneración Social, la cual plantea que las personas son más o menos vulnerables según su ingreso.

Los estratos más altos pueden acceder a medios de prevención del delito como seguridad privada o medios electrónicos como cámaras de vigilancia y medios de transporte, además, pueden recuperarse rápidamente de pérdidas económicas o de elementos por causa de delitos contra el patrimonio, entre ellos, el hurto a personas.

Esto no acontece con los estratos bajos que no pueden acceder en la misma medida a medios de prevención como seguridad privada y elementos electrónicos, además, de tener una menor capacidad para recuperarse de la incidencia del delito como podría ser el hurto de un celular y teniendo en cuenta que, según las cifras más recientes del DANE, la pobreza monetaria en Cúcuta AM para 2019 fue de 45,5 % y de 10 % de pobreza extrema; por lo cual, es clara la incidencia de una percepción de inseguridad alta dado los niveles de pobreza.

Desde la teoría de la Vulneración Física, se relaciona la percepción de seguridad desde el sexo y la edad, las mujeres se perciben más vulnerables físicamente que los hombres para enfrentarse al delito, lo cual tiene un asidero biológico dado que la fuerza global de una mujer promedio equivale al 63,5 % a la de un hombre promedio, según los estudios hechos por de Lloyd Laubach. 

Así mismo, con la edad se presenta una reducción de la fuerza física en hombres y mujeres, relacionando esta teoría con cifras de proyección poblacional del DANE en 2020 para Cúcuta, se obtiene que el total de mujeres sumado los hombres de más de 60 años, equivalen al 56,8 % de la población que presentan las características señaladas por la teoría de la Vulneración Física, que pueden influir en la percepción de seguridad. 

La tercera teoría pertinente a revisar es la de Incivilidad o Desorden Social, que cuenta con cinco determinantes de las cuales sobresale, para el caso de Cúcuta, el cambio poblacional rápido dada la coyuntura migrante, ya que para el año 2019, según cifras oficiales de Migración Colombia, se establecían una población de 104.981 venezolanos en el municipio. 

Las otras 4 determinantes de la teoría de la Incivilidad o Desorden Social se relacionan como son: Las condiciones físicas de un lugar, la reputación de un lugar, la reputación de quien habita el lugar y la presencia de comportamientos antisociales y delictivos en un lugar determinado. 

Desde la teoría de la victimización, se aborda el determinante de acción directa o indirecta del delito, según el daño y la duración del efecto psicológico y material sufrido por la víctima y la incidencia del hecho sobre familiares y amigos. En la última entrega de resultados de la encuesta virtual #MiVozMiCiudad de la Red de Ciudades Cómo Vamos en el mes de marzo, a la pregunta durante la pandemia ¿Usted o algún miembro de su hogar ha sido víctima de algún delito? 49,3% de los encuestados para la ciudad de Cúcuta contesto que sí. 

De esta manera, la realidad mediante variables cuantitativas generan la percepción de seguridad, pero los indicadores más contundentes sobre la percepción son las cifras delictivas. Una revisión de ellas, desde las estadísticas delictivas de la Policía Nacional en el periodo 2015-2020, dan luces sobre el fundamento de la percepción de inseguridad desde los delitos contra la vida.

Las cifras del homicidio en el periodo 2015-2020 ubican a los 257 homicidios ocurridos en 2020 en el segundo puesto, por detrás de 2016 con 258 homicidios y en comparación con 2019. En 2020 ocurrieron 57 homicidios más, un aumento del 28,5 % sin perder de vista las medidas de confinamiento aplicadas. 

En cuanto a las cifras de lesiones personales, para 2020 se presentó una reducción del 15,2 % con 1.229 lesiones personales, en comparación a 2019 con 1.450 casos, lo cual es consecuente con las medidas de confinamiento. En el periodo 2015-2020, el año 2020 presentó la menor cifra y siendo el año 2016 con la mayor cantidad de lesiones personales ocurridas con 1.968 casos. 

En cuanto a los delitos contra la libertad, integridad y formación sexual, los delitos sexuales se incrementaron un 19,1 % en 2020 con 431 casos frente a los 362 casos de 2019. Durante el periodo 2015-2020, el año 2020 tuvo más casos y el 2017, con la menor cantidad de delitos sexuales con 339 hechos.  

En delitos contra la familia, la violencia intrafamiliar se redujo un 6,8 % en 2020 con 1.670 casos, frente al 2019 con 1.792 casos y en el periodo de referencia 2015-2020, el año 2020 ocupa el tercer año con más casos de violencia intrafamiliar. 

Frente a los delitos contra el patrimonio económico, se presta mucha atención al hurto a personas como delito de mayor impacto sobre la comunidad, que presentó una reducción del 23,8 % en 2020 con 2.542 hurtos, frente a 2019 con 3.334 casos, aunque en el periodo de referencia 2015-2020, el año 2020 ocupa la segunda anualidad con más casos de hurtos a personas. 

Así mismo, se destaca la reducción del 41,3 % de los hurtos a comercios en el año 2020 con 498 casos, frente al año 2019 con 848 casos, siendo el 2020 el segundo año con menores cifras el periodo 2015-2020. 

El hurto a residencias se redujo 29,4 % entre el año 2020 con 535 casos frente al año 2019 con 758 casos, en el periodo 2015-2020 el año 2020 ocupa el cuarto lugar por la cantidad de casos ocurridos, la fuerte reducción de cifras de hurto a comercio y vivienda tiene una conexión evidente con el periodo de confinamiento por causa de la COVID-19.

En cuanto al hurto a motocicletas, hay una tendencia o reducción en el periodo 2015-2020 con 1.240 hurtos en 2015 a 574 casos en 2020, se presenta un estancamiento en las cifras con 567 casos en 2018, 561 casos en 2019 y 574 casos en 2020, un incremento del 2,3 % en los casos en 2020 frente a 2019. 

En el caso del delito de hurto a vehículos entre 2020 y 2019, hubo un incremento del 2,6% pasando de 78 a 80 hurtos de vehículos. Es clara, la fuerte y acertada relación entre percepción y realidad, dada las múltiples cifras cuantitativas que soportan la baja percepción de seguridad que tenemos los cucuteños. 

Redacción
 | Chamberlain Pinzón Solano
 Consultor en temas de Gestión y Política Pública