Una polémica que se suscitó sobre si las 309 cámaras de seguridad que se instalaron en Cúcuta en los tres últimos años están funcionando puso aún más en el ojo del huracán la cuestión sobre si la ciudad está bien vigilada.
El primero en poner el dedo en la llaga fue el gobernador, William Villamizar, al expresar a medios radiales que 103 cámaras del total instalado no estaban grabando, es decir, funcionando. Asimismo, mencionó que otras 17 se encontraban en reparación. Agregó Villamizar que en estas condiciones se hacía más compleja la seguridad en la ciudad.
La declaraciones del gobernador se produjeron al día siguiente de perpetrada la masacre en un negocio del barrio Aeropuerto en la que perdieron la vida cuatro personas, entre ellas un expolicía.
Al ser confrontado sobre las declaraciones de Villamizar, el comandante de Policía de Cúcuta, coronel Yecid Arango, a cuyo cargo está el control y operación de las cámaras de seguridad, admitió que era cierto que 103 cámaras no cumplían a la fecha todas sus funciones, pero aclaró que no era porque estuvieran descompuestas o por fuera de servicio, sino porque el operador Une las estaba reprogramando.
A una pregunta sobre en qué consistía la reprogramación, Arango dijo que los equipos no estaban girando 360 grados para capturar y hacer acercamientos. “Están fijas”, dijo.
“Ellos (Une) tienen unos plazos para el tema de las reprogramaciones y de pronto se está retardando la entrega”, dijo Arango. Confirmó también que había 17 cámaras fuera de servicio.
Dijo que personal de Une y de telemática hacen verificaciones de por qué algunas no estaban grabando.
Alcaldía niega
Para el secretario de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía, Mauricio Franco, las cámaras sí están funcionando, negando de esta manera lo expresado por el Gobernador y por Arango.
El funcionario explicó que se había presentado una situación con el gobernador, quien requirió revisar un video. Sin embargo, dijo que esa grabación no pudo conseguirse, porque la información se está reemplazando cada tres meses.
Franco dijo que lo que sí es cierto es que unos equipos empezaron a tener problemas, pero asimismo se empezaron a reemplazar. “Cuando nos dimos cuenta, más de 20 por ciento de las cámaras se habían cambiado y el convenio dice que cuando de un lote fallan más de 20, se deben reemplazar todas”, precisó.
Franco dijo que nunca se desmontaron más de 100 cámaras en un mismo tiempo, sino que a medida que se iba cambiando una, se subía la nueva de inmediato y esa tarea se cumplió hasta el 7 de febrero, por lo cual dice que funcionan ciento por ciento.
“Ahorita todas se encuentran en proceso de configuración, pero eso nada tiene que ver con que no estén grabando”, enfatizó Franco.
Para Arango, las cámaras son un apoyo vital para la seguridad de Cúcuta, como quiera que a través de este recurso tecnológico se pueden reunir pruebas para la judicialización de delincuentes, pero también porque reemplazan en ciertos lugares la presencia policial.