“Los Juegos serán seguros” a pesar de la pandemia de coronavirus, señaló la gobernadora de Tokio Yuriko Koike, prometiendo un “esfuerzo del 120 %” para que la primera cita olímpica de la historia pospuesta salga adelante en 2021.
Koike reconoció que los Juegos reducirán su talla y señaló que las medidas de seguridad habituales en los tiempos de la pandemia, como el distanciamiento social y la detección del virus mediante pruebas, podrían implementarse.
Aunque dijo que organizar los Juegos en Tokio “es un símbolo del triunfo humano sobre el nuevo coronavirus”, Koike no quiso especificar su grado de confianza sobre su celebración el próximo año.
“Pero haré un esfuerzo del 120%”, señaló en el encuentro celebrado el viernes en el imponente edificio del gobierno metropolitano de Tokio, en el centro de la capital japonesa.
Los Juegos de Tokio 2020 se convirtieron en los primeros pospuestos el pasado 24 de marzo debido a la incidencia de la pandemia de coronavirus en el planeta.
Fueron reprogramados del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, aunque se seguirán llamando Tokio-2020. Pero expertos médicos han expresado su preocupación porque un año quizás no sea suficiente para controlar el virus y que el evento se pueda celebrar con total seguridad.
Tanto la organización de los Juegos como el Comité Olímpico Internacional (COI) han confirmado que no sería posible un nuevo aplazamiento si no se celebran en 2021.
Koike insistió en que “harán todos los esfuerzos posibles en la batalla contra el virus para organizar unos Juegos llenos de esperanza”.
Y prometió un acontecimiento “seguro para deportistas e hinchas, así como para los residentes de Tokio y de Japón”.
Más sencillos y menos costosos
En comparación con otras potencias mundiales como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia o Italia, Japón ha combatido con éxito la primera oleada de coronavirus, con 18.000 personas infectadas y 900 fallecidos.
Sin embargo, el gobierno se ha enfrentado a críticas por haber realizado relativamente pocos test, pero ha respondido que el bajo número de muertes demuestran que su estrategia ha sido la correcta.
Cuando las infecciones empezaron a crecer en abril, Japón decretó el estado de emergencia, ahora ya levantado. Entonces las autoridades insistieron a los ciudadanos en evitar ‘las tres C’: close contact, confined spaces y crowds (contactos cercanos, espacios cerrados y multitudes).
“Los residentes de Tokio saben que los Juegos de verano del próximo año no serán posibles a menos que el impacto del coronavirus disminuya”, dijo Koike.
“Esta es una de las razones que les empujó a hacer los esfuerzos”, añadió sobre la disciplina de los habitantes de la capital de 14 millones de habitantes.
Las autoridades japonesas y olímpicas repiten que es demasiado pronto para decir en qué punto estará la pandemia el próximo año, cuando se tengan que celebrar los Juegos.
Por ahora, Koike señaló que la “simplificación y los costes reducidos” son los principales puntos de debate, además de las potenciales medidas de seguridad.
La posible segunda ola
“¿Qué clase de test y cómo? ¿Qué distancia social será necesaria? Dependerá de las futuras conversaciones”, dijo la gobernadora.
El coste final de posponer los Juegos por el momento no se conoce, tampoco el alcance que puede tener en los patrocinadores.
Según un sondeo publicado el viernes por la cadena de televisión pública NHK, casi dos tercios (65 %) de los patrocinadores de los Juegos dudan sobre mantener sus compromisos.
Pero Koike insistió en que pueden ser “una excelente oportunidad” para los patrocinadores y dijo que les seguirá pidiendo su “apoyo permanente”.
La gobernadora de 67 años, en el puesto desde 2016, anunció el viernes que se presentará a un segundo mandato.
En el pasado fue vista como una posible futura primera ministra y en 2017 sacudió el panorama político al formar brevemente un partido político, un potencial rival del LDP, del primer ministro Shinzho Abe.
Pero Koike, que cree que Japón en lugar de un techo de cristal para las mujeres tiene “una placa de hierro”, no dice gran cosa sobre si algún día puede ser primera ministra.
Por ahora está ocupada preparándose “para la segunda oleada de infecciones, con el conocimiento y la experiencia ganada”, concluyó.
¿Patrocinadores en duda?
Casi dos tercios (65%) de los patrocinadores de los Juegos de Tokio de 2020, aplazados un año debido al coronavirus, dudan sobre mantener sus compromisos, según un sondeo publicado el viernes por la cadena de televisión pública NHK.
Algunos patrocinadores se mostraron preocupados por las consecuencias de sus operaciones promocionales durante los Juegos, cuya exposición podría verse reducida, frente al riesgo de propagación del COVID-19 y la subida del coste para los organizadores, según NHK.
“Buscamos medios para simplificar la organización de los Juegos, ver cómo podemos reducir la complejidad de los Juegos” y su costo, señaló el pasado miércoles el presidente del COI, Thomas Bach, en una entrevista a la AFP, sin hablar de una eventual competición a puerta cerrada.
Los patrocinadores temen también una anulación pura y dura de los Juegos de Tokio, después de que los organizadores señalaran que 2021 era la “última opción” para su celebración.
Muchos de entre ellos también explicaron que no habían tomado todavía una decisión ya que la renegociación de sus contratos con los organizadores no ha comenzado todavía.
Toshiro Muto, el director general del comité de organización de Tokio-2020, confirmó en una rueda de prensa este viernes que estas renegociaciones no habían podido realizarse todavía al estar Japón en estado de alarma por el COVID-19 desde principios de abril, poco tiempo después de la decisión de aplazar los Juegos.
Nadie actualmente puede garantizar “al 100 %” que los Juegos se van a disputar en 2021, pero el comité de organización está “decidido” a que tengan lugar “de una forma u otra”, afirmó, tratando de lanzar un mensaje de tranquilidad.
Mensaje de tranquilidad
Muto precisó que el 80% de los lugares previstos para los Juegos de Tokio ya fueron reservados con éxito para el evento de 2021, y que las negociaciones continúan con los otros, en particular la Villa Olímpica y el centro de prensa.
Más de dos tercios de los patrocinadores preguntados (68 %) señalaron que la crisis del coronavirus había afectado a su propia situación financiera.
Los organizadores de Tokio-2020 no dieron una estimación de los costes adicionales ligados al aplazamiento de un año del evento.
El COI, por su parte, anunció a mediados de mayo haber inyectado 800 millones de dólares para hacer frente a la crisis del coronavirus.
El último presupuesto de los Juegos, publicado a finales de diciembre pasado por los organizadores, por tanto antes de la pandemia y de la decisión de aplazar el eventos, era de casi 12.500 millones de dólares para la parte japonesa.
Sin embargo, el Estado japonés invirtió probablemente casi tanto entre la atribución de los Juegos a Tokio en 2013 y en el ejercicio 2018/19, había estimado el año pasado el equivalente japonés del tribunal de cuentas, sin que este compromiso figure en el presupuesto oficial.
Muchas grandes empresas niponas de todos los sectores son patrocinadoras de los Juegos de Tokio y habían previsto poner unos 348.000 millones de yenes sobre las mesa (más de 3.250 millones de dólares), es decir casi la mitad los ingresos esperados por el evento.
Por otra parte, este monto no incluye las participaciones de Toyota, Panasonic y Bridgestone, que son patrocinadores mundiales del COI en varios Juegos Olímpicos.
El sondeo de la NHK fue realizado sobre 78 patrocinadores, respondiendo 57 de ellos.