El aumento de 9,5% del salario mínimo por decreto, que llevó el monto de $1.300.000 a $1.423.500 a partir de este año, ya comenzó a tener efectos negativos. Para el sector productivo y los expertos, el ajuste no estuvo a acorde a la proporción de los indicadores de productividad e inflación anual.

El director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, César Pabón, indicó que las acciones tienen consecuencias, pues, tras meses de descenso en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), las expectativas a 12 meses retrocedieron y salieron del rango meta, incluso más relevantes que la observada. 

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“El hecho de que el ajuste del mínimo estuvo muy por encima del cierre de la inflación, que fue de 5,2%, permite prever un efecto inercial, es decir, que la inflación no va a llevar el ritmo que pensábamos inicialmente”, añadió el economista.

Pabón indicó que los pronósticos se están ajustando más al cierre este año a una inflación en el rango superior de la meta, que es del 4%, y hoy se proyecta en 4,6%. Hace unos meses era más cercanos al 3,5%-3,6%. 

El director ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana aseguró que a eso se suman otras presiones que se deben monitorear. Por un lado está el tipo de cambio; en la medida que este se mantenga por encima de $4.400, incluso crezca en los próximos meses, va a generar una presión inflacionaria, en particular, en los bienes importados.

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Por otra parte, lo que respecta a los regulados, o sea, los servicios públicos. En ese sentido, César Pabón dijo que ha sido un inicio de año relativamente caluroso, por lo que pueden surgir  problemas que se pueden reflejar en el aumento de las tarifas de energía.

“Son presiones que podríamos ver: regulados y tipo de cambio, más el ya observado incremento desproporcional del salario mínimo. Ahora bien, creemos que esto va a afectar la visión y la perspectiva de las tasas del Banco de la República en todo el transcurso del año”, agregó. 

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El economista consideró que, aunque llegaron dos nuevos codirectores al Emisor con una visión más heterodoxa, la Junta Directiva y su equipo técnico tienen muy claro que, este año, debe llegar la inflación a su meta –en un rango entre 2% y 4%-.

“En la medida que empiecen a haber rebrotes inflacionarios, más que todo en el segundo semestre del año, es posible que se estanque ese descenso de las tasas, incluso aumente. Ya en Brasil sucedió lo mismo. Venimos de un cierre de tasas de interés en 9,5%. Estamos previendo este año un cierre de 7%, es decir, de 250 puntos básicos, muy por encima de lo que se preveía hace unos meses en el mercado, que era de 6%”, añadió.

El directivo de Corficolombiana señaló que comenzaron a realizar análisis, para ver si esas tasas, estén más cercanas al 8%, lo cual mostraría una reducción muy paulatina y cautelosa por parte del Banco de la República en 2025 ante los posibles rebotes de la inflación.

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