“Año nuevo, trabajo nuevo” parece ser la consigna de los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996) y la Generación Z (de 1997 a 2012) en Colombia, según un estudio de la firma McKinsey sobre los ánimos de los trabajadores en el país.
Halló que cuatro de cada diez colombianos (40%) están dispuestos a renunciar a su empleo en los próximos meses, aún sin tener otro puesto asegurado. Aunque este indicador parezca alto, hay lugar para sorprenderse más porque en el mundo este pensamiento lo tiene el 64% de los trabajadores.
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“En cuanto a edad, los jóvenes colombianos tienen un 17% más de posibilidad de dejar su trabajo, y las personas entre 18 y 30 años sobrepasan la media del país con un 44%”, explica McKinsey, y adhiere que en esta población solo aquellos con cargos directivos manifiestan pocas intenciones de dejar sus puestos.
Un dato interesante es que las mujeres muestran mayor estabilidad. Ellas están más dispuestas a permanecer en su cargo; incluso se ve en cargos directivos o de vicepresidencia, para los cuales el ánimo de desertar es un 6% más alto en los hombres.
En todo caso, Maria Carolina Helo, socia de McKinsey & Company Colombia, detalló que “el fenómeno de la gran deserción es real. Los colaboradores quieren que sus directivos y la organización los valoren como personas, no solo como trabajadores, quieren una cultura empresarial sólida, un sentido de comunidad y compañeros de trabajo atentos”.
Están en riesgo
Llama la atención que el riesgo de deserción es más alto en algunos sectores. Servicios de información y comunicación (52%), salud (48%) y educación (44%) son los que tienen más trabajadores con ganas de marcharse.
“Otras industrias amenazadas incluyen: petróleo, gas y minería con un 37%, servicios financieros y administrativos con un 35% e ingeniería civil con un 34%”, adhiere el estudio, y de paso aclara que quienes quieren irse podrían hacerlo en un lapso de tres a seis meses.
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Frente a este complejo panorama Dineia Vieira, people manager Brasil de la consultora de inteligencia de datos Keyrus, dice que las empresas deben adoptar políticas de desarrollo profesional, reconocimiento y beneficios para que sus talentos se queden.
La experta de Keyrus también da un rol preponderante a la opción de trabajo a distancia, porque “se ha convertido en un plus para que muchas personas acepten participar en un proceso de selección” y es “un beneficio que sin duda contribuye a la retención”.
Esto último toma relevancia si se tiene en cuenta que en el reporte de McKinsey se observo cómo el 83% de los trabajadores preferiría laborar uno o más días desde casa, mientras que el 29% es probable que cambie de empresa si se le pide que vuelva a trabajar totalmente en la oficina.
Vale mencionar que en Colombia las dos principales razones tanto para dejar la empresa como para quedarse son el desarrollo de carrera y la compensación. Los trabajadores cada vez parecen estar más allá de la remuneración económica.
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