Los efectos de la cuarentena para contrarrestar la COVID-19 ya se sienten en el aparato productivo de Norte de Santander. Cese de actividades y recorte de personal, algunas de las consecuencias.
Solo bastó una semana para que el tejido empresarial de Norte de Santander se debilitara con la cuarentena preventiva decretada por el Gobierno Nacional para enfrentar el coronavirus. El comercio y la industria manufacturera aparecen como los sectores más sensibles por la emergencia.
Así lo señala el primer informe sobre el ‘Impacto económico de la COVID-19’, publicado por la Cámara de Comercio de Cúcuta para conocer en tiempo real el estado del tejido empresarial de la ciudad y el departamento, por medio de una encuesta a 447 empresarios en 14 municipios.
Se destaca que el 66% de los empresarios consultados recortó su nómina y el 50% entró en cese de actividades. Del grupo que redujo su personal, el 38% tuvo que despedir a mas de la mitad de los trabajadores contratados y el 32% lo mantuvo a pesar de la crisis originada por el coronavirus.
Héctor Santaella, presidente ejecutivo de entidad cameral, explica que esta medición permitirá a los gobiernos municipales, departamental y nacional tomar acciones que respondan a las necesidades reales del tejido empresarial de esta zona del país, que requiere de especial atención.
“El Gobierno ha hecho mucho, pero no se ha enfocado en los que de verdad lo necesitan, por ejemplo, los microempresarios. Si van a hacer programas, es importante que tengan en cuenta los datos del informe, donde están las verdaderas necesidades de los empresarios y sus soluciones”.
Sobre qué tanto se han visto afectadas las ventas o los ingresos frente al primer trimestre de 2019, el 33% de los encuestados redujo sus ingresos en más de la mitad y el 9% reporta una baja entre 20% y 50%. Hay que recordar que la mitad cerró establecimientos y, por ende, no percibe ingresos.
De continuar esta tendencia, muy seguramente, la caída en las ventas será mayor en la próxima semana y muchos de los empresarios encuestados tendrán que reducir su operación o cerrar, para que las pérdidas no sean superiores.
Santaella señala que es muy posible que, en el siguiente informe de monitoreo de la actividad económica en tiempos de coronavirus, el 90% de los empresarios hayan disminuidos sus ingresos más de un 50%. Hay que recordar que 97% de las unidades productivas son pequeñas empresas.
La meta de la Cámara de Comercio de Cúcuta es publicar seis informes o más, si la coyuntura lo exige, no solo con el panorama de la actividad productiva actual sino con las soluciones que plantea el empresariado para contrarrestar los efectos del aislamiento preventivo, a causa de la COVID-19.
Entre las soluciones que los empresarios le piden al Gobierno, las más importante, es la congelación de pagos de créditos por el tiempo que dure la emergencia, además de apertura de créditos especiales y beneficios en el pago de servicios públicos.
El informe también destaca que el 68% de los empresarios ha acudido a un préstamo bancario y el 32% no lo ha necesitado. Sin embargo, el 33% ha pedido préstamos a familiares; el 23%, a los avances de tarjeta de crédito y el 7%, a paga diarios.
Cúcuta es la tercera ciudad del país con más tasa de desempleo (18,1%), con 74.000 desocupados, y la primera en informalidad laboral (71,4%), con 240.000 personas, para el trimestre diciembre-febrero, y también es la primera con mayor índice de inflación (1,10%).