El ministro de Hacienda José Antonio Ocampo y el director de la Dian, Luis Carlos Reyes, desde que fueron nombrados en sus cargos, han venido defendiendo la reforma tributaria por la necesidad de mayor gasto social, y por el fuerte golpe de la evasión.
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Allí, una de las cifras preliminares que se tendría en cuenta para su elaboración y de las que más ha llamado la atención es la correspondiente a la evasión y elusión de impuestos. Según Reyes y Ocampo, esta cifra se acercaría a los $65 billones anuales, pues las estimaciones apuntan a que podría estar entre $50 y $80 billones en el peor de los casos.
El promedio entre ambos se acerca a lo que estimó Fedesarrollo el año pasado. La entidad dirigida por Luis Fernando Mejía proyectó que cerca de 5,4 puntos del PIB se pierden al año por estos factores.
Basándose en el PIB que se registró en 2021, esa porción representaría cerca de US$17.000 millones, lo que a un cambio de $4.000 por dólar, se trataría de alrededor de $68 billones cada año.
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En un caso hipotético de lograr controlar este problema, el país se ahorraría la reforma tributaria que propone el Gobierno Petro y, en cambio, la superaría hasta por 36 puntos porcentuales ($18 billones).
Entre los tributos en los que más se pierden recursos está la evasión en el impuesto de renta de las empresas, con 3,4% del PIB; seguida por la evasión en el IVA, que representa 1,3% del PIB y la evasión en el impuesto de renta a personas naturales que cuesta 0,7% del PIB.