Comenzó oficialmente la discusión para definir el incremento del salario mínimo en Colombia para el 2025. Representantes del Gobierno, gremios empresariales y centrales obreras serán los encargados de llegar a un acuerdo en cuanto al porcentaje de aumento; de no ser así, el 30 de diciembre se tendrá que definir por decreto presidencial.
El líder del Centro de Investigación en Análisis de Datos Económicos Sectoriales del Politécnico Grancolombiano, Jaime Rojas, explicó que la inflación y la productividad laboral serán determinantes para definir el aumento.
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Resaltó que la inflación está proyectada para cerrar el año levemente por encima del 5%, mientras que la productividad laboral se espera que sea apenas positiva.
Según el experto, los trabajadores se centrarán la discusión en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo, reducir la desigualdad y mejorar las condiciones de vida, especialmente en sectores con ingresos bajos.
Actualmente, cerca del 10% de los trabajadores colombianos gana un salario mínimo, mientras que más de 10 millones de personas perciben ingresos inferiores a este. En este sentido, un ajuste podría tener un impacto directo en mejorar las condiciones de vida de estos sectores.
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“Un incremento real del salario puede permitir a los trabajadores mantener e incluso mejorar su calidad de vida, especialmente si supera la inflación”, explicó Rojas.
Sin embargo, desde la perspectiva empresarial, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que constituyen más del 90% del tejido productivo del país, enfrentarían mayores desafíos.
“El incremento de los costos laborales podría afectar la sostenibilidad de las Mipymes, dificultando su capacidad de generar empleo formal y de competir en el mercado”, agregó el docente.
Otro aspecto crucial en este debate es dimensionar el impacto que tendría un incremento significativo del salario mínimo en un país donde más del 50% de los trabajadores son informales.
Rojas manifestó que “un aumento desproporcionado podría dificultar el tránsito de la informalidad a la formalidad y, en algunos casos, empujar a trabajadores formales cercanos al umbral del salario mínimo hacia la informalidad”.
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¿Qué se espera?
Aunque las cartas aún no están sobre la mesa, ya se han dado ciertas luces que permiten proyectar cómo va a ser la puja. Lo que está claro es que, por ley, el incremento no puede ser inferior a la inflación registrada en el mes de noviembre, que se espera estará sobre el 5.2%. Este sería el aumento mínimo.
- Posición del Gobierno: el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla dijo que el aumento debe estar por encima de la inflación, sumado a un punto de productividad, lo que indica que estaría cercano al 6,2%. De ser así, el salario mínimo no superaría $1.400.000. El Gobierno también descartó un aumento del 10%.
- Posición de los trabajadores: los expertos prevén que las propuestas de los sindicatos rondan el 10%, es decir, un aumento de $130.000 que dejaría el salario mínimo en $1.430.000. El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, explicó que una cifra de mínimo dos dígitos será determinante para garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores.
- Posición de los empresarios: el sector productivo plantea un incremento de 5% o 6% y considera inviable un incremento de dos dígitos. Para ellos, un alza desproporcionada del salario mínimo podrá impactar fuertemente las finanzas de las empresas.
En los últimos tres años el aumento estuvo por encima de los dos dígitos. En 2022 fue de 10,7%, en 2023 fue de 16% y en 2024 fue de 12%. Sin embargo, estas cifras grandes se debieron a la alta inflación de esos años.
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Según el docente Jaime Rojas, lo más probable es que, como en los dos años anteriores, no se logre un consenso y sea el Gobierno quien decrete el incremento, posiblemente cercano al 7%.
Además, el docente destacó que este ajuste será un termómetro para evaluar las dinámicas económicas del país. “Un incremento moderado, basado en datos sólidos de productividad e inflación, podría equilibrar las necesidades de los trabajadores sin desestabilizar al sector productivo”, concluyó.
Las fechas clave:
- 3 y 4 de diciembre: se analizarán las cifras de productividad que presentará el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
- 9 de diciembre: se conocerán los indicadores del mercado laboral más recientes
- 11 y el 15 de diciembre: se realizarán las discusiones de las propuestas de incremento salarial. En este lapso, las partes buscarán llegar a un acuerdo que permita definir el nuevo monto del salario mínimo para el próximo año.
- 30 de diciembre: último plazo para llegar a un acuerdo sobre cuál será el aumento, si no es así, se declarará por decreto presidencial.
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