La nueva administración de Donald Trump, que comenzó este lunes, se perfila como un período caracterizado por el potencial endurecimiento de la política proteccionista de Estados Unidos, debido a la promesa del mandatario de aumentar los aranceles y de medidas restrictivas para las exportaciones, lo cual podría tener implicaciones a nivel regional y global.
Así lo concluyó un informe del Centro de Estudios Económicos ANIF, en el cual se analizó lo que puede venir para el comercio internacional en el segundo mandato del magnate republicano.
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El equipo de ANIF recordó que, desde su primer gobierno, Donald Trump dejó en evidencia su postura proteccionista. Los incrementos de tarifas arancelarias, principalmente a productos de China, generaron una guerra comercial entre las dos potencias mundiales por las represalias que tomó el gigante asiático contra la política del líder estadounidense.
Según la institución, aunque Trump pretendió proteger la industria nacional, esto no tuvo los resultados esperados, porque los efectos positivos de sus aranceles se vieron contrarrestados por los impuestos de represalia.
“Para el periodo Trump 2.0, los aumentos en las tarifas arancelarias seguirían subiendo, con el agravante de que no será solo para China, también para los bienes importados en general”, detalló el análisis de ANIF, por lo que se podrían desencadenar nuevos impuestos de retaliación y desatar una guerra comercial con más participantes.
Bajo este escenario, se terminarían encareciendo los bienes a nivel internacional, con sus implicaciones en términos de inflación, y podría marcar un cambio en las dinámicas de comercio global.
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ANIF subrayó que, con la guerra comercial de 2018, tanto China como EE. UU. tuvieron que buscar nuevos mercados para suplir el menor comercio entre ellos, lo que representó oportunidades importantes para las economías que no estaban involucradas en términos de comercio bilateral.
Lo que quedó del primer mandato
La investigación arrojó que los estudios sobre la guerra comercial del primer gobierno de Trump demostraron que las alzas de aranceles pueden generar disrupciones en las cadenas de suministro.
Otros de los efectos negativos que conlleva son presiones en los precios, depreciación, incremento del costo de financiamiento y cambios en las dinámicas de comercio internacional, entre otros. Según ANIF, esto podría aumentar las tensiones comerciales.
“Si bien se implementarían medidas que afectarían a diversos países, las más duras serían en contra de China, lo que podría favorecer a los demás países que podrían incrementar su comercio con estas dos economías para suplir la demanda desatendida que dejan”, se señaló en el documento.
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En cuanto a América Latina, los analistas expresaron que los impactos podrían ser mixtos pues, por un lado, habría incrementos en los costos de exportación hacia EE. UU. y posibles presiones inflacionarias ante mayores precios de bienes importados por la depreciación de la moneda.
En lo que respecta a países de la región, estos pueden tener la oportunidad de buscar nuevas alianzas comerciales, especialmente con China, como es el caso de Brasil y Chile actualmente.
Este escenario podría generar incertidumbre económica y tener impactos sobre las dinámicas de crecimiento para algunas economías. No obstante, deberá haber una adaptación a las nuevas dinámicas comerciales que surjan, se dijo en el informe.
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