La subregión del Catatumbo y otros  municipios de Norte de Santander aparecen nuevamente dentro de los mapas y factores de riesgo electoral que ayer reveló la Misión de Observación Electoral (MOE), con miras  a las elecciones legislativas del próximo 13 de marzo.

En Colombia se señalan 131 municipios en los que confluyen tanto los riesgos indicativos de fraude electoral como los que tienen que ver con la violencia.
Es precisamente en ese último grupo dentro de los que se caracterizan a diez municipios de Norte de Santander, es decir, un 25% de los entes territoriales (40 municipios).

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Según detalló Alejandra Barrios, directora de la MOE, siete de los municipios están en riesgo extremo: Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, San Calixto, Teorama y Tibú; y tres en riesgo alto: Bucarasica, La Playa y Puerto Santander, éste último a solo 60 kilómetros de Cúcuta.

De los 10 municipios nortesantandereanos, nueve se mantienen en el mapa de riesgo consolidado y solo se cuenta con la novedad de la inclusión de San Calixto.

Mapa de fraude electoral en el departamento
En el caso del mapa de riesgo de fraude electoral para las elecciones de la Cámara de Representantes, Norte de Santander aparece en el puesto 11. A ese lugar llegó porque tiene a 16 municipalidades incluidas ahí: 11 en riesgo medio, cinco en riesgo alto, y ninguno en riesgo extremo.

Estos riesgos se concentran en los municipios de Convención, El Carmen, Teorama, Ocaña, Ábrego, Gramalote, La Esperanza, Cáchira, Arboledas, Cucutilla y Labateca.

En lo que respecta al Senado, en 17 municipios de Norte de Santander existe el riesgo de fraude para los comicios de marzo, siendo 11 de los municipios de riesgo medio, cinco de riesgo alto y uno de riesgo extremo.

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Según la MOE, El Carmen, Teorama, Hacarí, Ábrego, Salazar, Arboledas, Silos y Toledo son los que presentan el riesgo de fraude en estas elecciones.

Entre los indicativos que se analizaron  para emitir esa alerta, se encuentran fenómenos como el clientelismo y corrupción de la administración, financiación de campañas, uso de la contratación pública para fines electorales, votos nulos y tarjetones no marcados, además de trashumancia electoral.

Riesgo por factores de violencia en Norte de Santander
Respecto a cómo puede afectar la violencia la jornada electoral, el grupo técnico de mapas de la MOE evidenció que en Norte de Santander 17 municipios  podrían presentar hechos de violencia antes, durante y después de las elecciones.

Según encontraron los especialistas, nueve se encuentran en riesgo extremo, seis en riesgo alto y dos en riesgo medio. 

La MOE detalló que estos datos se calcularon teniendo como base los eventos de conflicto, por lo que se creó un modelo estadístico para predecir el nivel de presencia de cada grupo armado por municipio. 

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También influye la intensidad de la presencia a partir del número de eventos de conflicto registrados por parte de los 17 grupos armados ilegales en el departamento, además de registro de desplazamiento, agresiones a la libertad de prensa, ataques a líderes sociales y secuestros, entre otros.

Según explicó Barrios, en estos municipios al mismo tiempo que hay presencia o acciones de grupos armados, hay comportamientos electorales donde, por ejemplo, la gente se abstiene de participar o sale a votar en demasía superando los promedios nacionales, entre otros riesgos electorales que se pueden presentar.

Las cifras en Colombia
En Colombia, el número de municipios en los que coinciden los riesgos electoral y de violencia disminuyó en un 23% con relación al 2018, al pasar de 170 a 131.

Pero pese a ello, los factores asociados al conflicto y la violencia revelan un recrudecimiento con mayor intensidad en las zonas históricamente afectadas y en las que hoy se encuentran las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz.
Del total de municipios en riesgo, 49 se encuentran con calificación extrema, 65 con riesgo alto y 17 medio. 

“Al comparar los ‘Mapas consolidados de riesgo’ de 2018 y 2022, se puede evidenciar que hay 38 municipios con nivel de riesgo por coincidencia de factores indicativos de fraude electoral y violencia ha aumentado, mientras que 43 se mantuvieron en el mismo nivel”, afirmó Alejandra Barrios, directora de la MOE.

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Entre tanto, los riesgos electorales se concentran en 23 de los 32 departamentos, de manera particular en las siguientes 5 subregiones: 
-Catatumbo.
-Sur de Bolívar y Nordeste Antioqueño.
-Bajo Putumayo.
-Orinoquía y la Amazonía.
- Andén Pacífico. 

Se destaca el departamento de Arauca, donde casi la totalidad de los municipios se encuentran en riesgo extremo.

Asimismo, de los 167 municipios que conforman las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, 66 se encuentran dentro de los 131 municipios que presentan riesgos tanto indicativos de fraude electoral como de violencia y 145 de ellos -es decir el 86,8%- hacen parte de la totalidad de los municipios que presentan riesgos por factores de violencia. 

Para las elecciones de 2022, el número de municipios en riesgo por factores de violencia es 319, nueve  más que los que se reportaron en el del 2018. Si bien desde las elecciones a Congreso de 2010 se venía presentando una disminución constante de los municipios en riesgo por violencia, en este proceso electoral se observa un incremento de los mismos. 

La MOE atribuye este hecho a la reconfiguración y disputa por el control territorial por parte de los Grupos Armados al margen de la Ley, fenómeno que precisamente se está dando en las mismas regiones en las que se esperaba que el impacto del Proceso de Paz contribuyera a la disminución y posterior desaparición de la violencia.

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En un análisis de los datos a partir de las estructuras que operan en los territorios, un total de 91 municipios presentaron algún nivel de riesgo por la presencia del Eln en 2022, 124 municipios presentaron algún riesgo por las disidencias de las Farc, 157 municipios arrojaron algún nivel de riesgo por la presencia de grupos armados organizados.

Desde 2007, la Misión de Observación Electoral ha venido recopilando, analizando y presentando a la opinión pública aquellos factores de riesgo que pueden interferir en el normal desarrollo de las elecciones y el libre ejercicio del voto a través de análisis que se plasman en los Mapas de riesgo electorales.

Analistas independientes, universidades, centros de pensamiento y otras organizaciones ayudan a procesar datos sobre indicadores de fraude electoral, debilidad institucional y limitaciones a la participación ciudadana; así como de registros del conflicto armado y sus formas de violencia, y los mecanismos de transparencia y seguridad para el proceso electoral.

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