Convertirse en padres es una bendición, sin embargo, después de cierto tiempo, tanto la mujer como el hombre presentan cambios físicos o patologías que pudieran dificultarles tener hijos después de los 40 años. En el caso de las madres, los riesgos son mayores si sufren enfermedades del corazón, diabetes; y en los padres los niveles de fertilidad disminuyen.
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Expertos indican que el rango de edad favorable para tener hijos es entre los 18 hasta los 30 años. Otros afirman que después de los 40, el ser humano cuenta con la suficiente madurez para asumir la paternidad responsablemente y los índices de mortalidad infantil se reducirían.
El primer embarazo de Arianis Rosillo fue a los 23 años. Tres meses después de su unión matrimonial ya esperaba en su vientre una niña. Los malestares normales comenzaron en la octava semana de gestación y algunas infecciones urinarias, pero nada grave. La razón de su cesárea se debió a que la bebé tenía el cordón umbilical alrededor del cuello.
Pasaron 19 años y Arianis, con 42, esperaba a su tercer hijo. “Mi último embarazo fue una súpersorpresa, no lo esperaba. Ya había tenido embarazos de hembritas y en ese tiempo las infecciones urinarias eran mucho más frecuentes, sufría de taquicardias por tener prolapso en dos válvulas del corazón e insuficiencia”, relata Rosillo.
Dice que su cuerpo ya no era el mismo.
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Un mes después de dar a luz, apenas podía estar de pie, aparentemente por efectos colaterales de la anestesia y se intensificaron sus dolores en la columna cervical. “Tenía fuertes dolores en la nuca y unos mareos espantosos”, recuerda Arianis.
Complicaciones
La doctora Ximena González, gineco-obstetra, indicó que las madres de avanzada edad corren un mayor riesgo de tener complicaciones relacionadas con el embarazo.
Señala la especialista que después de los 35 años, la mujer debe someterse a una consulta sobre su salud individual y evaluar los planes necesarios para lograr una gestación saludable.
“A la madre se le hace un especial seguimiento en su hipertensión arterial y valores de glicemia. Si no se controló su diabetes en todo el embarazo, el nivel de azúcar en la sangre del niño pudiera bajar después del parto y hay que mantenerlo en observación horas después de haber dado a luz”, explica la médica.
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También precisa que la hipertensión es de cuidado después de esa edad. “Tuve una paciente de 45 años que era hipertensa y al quedar embarazada tuvimos que hacerle un control porque después de las 20 semanas de gestación, empezó a tener registro de tensión alta”, revela González.
Menciona que tanto la hipertensión crónica y gestacional incrementan el riesgo de preeclampsia y eclampsia, que son trastornos hipertensivos que pueden presentar las madres durante y después del embarazo.
“Aunque no hay datos precisos, varios estudios revelan que después de los 40 años sus hijos pudieran enfrentar problemas cromosómicos porque siendo un padre más adulto el bebé presentaría trastornos cognitivos, autismo o Síndrome de Down”, sostiene la gineco-obstetra.
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Infertilidad
En los hombres también se producen algunas alteraciones en el organismo que dificultan o empeoran la evolución de la concepción de una nueva vida.
Marcos Fernández narra que tiene 15 años de casado y aplazó tener un hijo por razones laborales. A los 41 años decidió tener un bebé, con su esposa de igual edad, y confiesa que le costó conseguirlo.
“Después de hacerme un espermograma, nos dimos cuenta que mis espermatozoides no estaban bien, se encontraban deformes. Tuve que seguir un tratamiento para mejorar mi cuenta espermática y poder concebir un hijo con mi pareja”, señala Fernández.
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El urólogo Faustino Jaramillo manifestó que después de los 40 años, el hombre experimenta niveles de degradación del esperma, incrementando la posibilidad de mutaciones genéticas y producción de células incompletas.
“Es importante que los hombres sepan que ciertos hábitos como fumar, una mala alimentación y el estrés, influyen en el volumen y calidad del esperma. Lo ideal es consultar con el especialista para una revisión exhaustiva de todos sus niveles hormonales y detectar las causas que le impiden tener hijos”, comenta el doctor Jaramillo.
Cambios emocionales
El embarazo después de los 40 años genera también visiones de todo tipo, dependiendo el círculo social en el que se desenvuelva la mujer.
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La psicóloga Sandra Elena Díaz menciona que convertirse en madre después de esa edad pudiera ser muy favorable porque la mujer ha logrado cierto nivel de madurez y cuenta con una posición económica y relación de pareja estable.
“Por lo general, estas decisiones ya fueron tomadas con antelación, existe una mayor conciencia de lo que será criar a un hijo. Al principio podría resultar difícil, pero se sentirá más segura de afrontar todos los episodios de la maternidad”, explica Díaz.
Precisa que aunque algunas mujeres gozan de una buena salud, ser madre en una etapa muy tardía de su vida conlleva riesgos para su bienestar y el de su bebé. Insistió en que ciertas limitaciones físicas no deben frenar el deseo de ser madre.
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“Si fue un embarazo que no esperaban o fue planificado, lo importante es hacer un seguimiento médico, hacer todos los controles necesarios para que el parto tenga un feliz término”, dice la psicóloga.
Después de su embarazo, Arianis presentó depresión posparto. “Pasaron muchos años desde mi primer embarazo y no me sentía con las mismas fuerzas, me deprimí mucho y sin razón me daban muchas ganas de llorar”, comenta.
La doctora Díaz sostuvo que las madres pueden sentir cambios de ánimo, llamado depresión posparto.
“Se sienten ansiosas o enojada, presentar episodios de llanto, falta de apetito o no pueden conciliar el sueño. Son situaciones que terminan los primeros días o una semana después del parto. En caso de no saber sobrellevar deben buscar ayuda especializada”, expresa Díaz.
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