Elásticas con los colores rojos y azul... pero del París SG, teléfonos registrando el momento, y fuegos artificiales en el cielo: los aficionados del París SG se congregaron el martes en la capital francesa para recibir a la estrella argentina Leo Messi, cuyo fichaje fue oficializado a última hora de la tarde.
Delante del aeropuerto de Le Bourget, en la región parisina donde aterrizó el avión del exjugador del FC Barcelona, varios centenares de personas esperaron la llegada del séxtuple Balón de Oro. Algunos habían llegado la víspera.
"Es una leyenda del fútbol. ¡Es Messi! Incluso los que no saben de fútbol lo conocen, es una leyenda en todo el mundo", explica Jo Dutilloy, un obrero de 30 años. "Es un jugador tener a un jugador así en el club de uno".
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Los aficionados no cesaron de corear "¡Messi, Messi!", o "¡Ici c’est Paris!" (aquí es París), un lema típico de la ciudad y del equipo.
"Es el mejor jugador de todos los tiempos", exclama Islem El Asri, de 14 años. Aunque es más seguidor del Barcelona, el joven está contento de ver a Messi lanzándose "a un nuevo desafío" en París. Algo que puede ampliar el número de aficionados del PSG.
Poco antes de las 16h00 la noticia corre de boca en boca. Messi ya ha aterrizado. Una de las ventanas se abre. La 'Pulga' aparece, con una camiseta con el famoso lema 'Ici c’est Paris', y saluda a la multitud. La masa de aficionados entra en éxtasis en medio de las bengalas.
Lionel Messi desaparece tan rápido como aparece. El grupo de aficionados de dispersa poco a poco, mientras algunos dan las gracias al presidente del PSG Nasser Al-Khelaïfi; "Gracias Nasser", gritan.