Después de la retirada del Manchester City, otros cuatro clubes ingleses, Liverpool, Manchester United, Tottenham y Arsenal, anunciaron este martes que se desentienden del proyecto de creación de una Superliga, privada y casi cerrada.
“Después de haberos escuchado, así como a la gran familia del fútbol estos últimos días, nos retiramos de la Superliga. Sabemos que hemos cometido un error y pedimos disculpas por ello”, llegó a escribir el Arsenal.
Los 12 pensaban convencer al mundo del fútbol proponiendo un torneo entre los más ricos, que les aseguraba también ingresos colosales con una participación asegurada en esta Superliga, prácticamente vetada al resto de equipos del continente.
Pero la unidad de los 12 disidentes, liderados por Real Madrid, Juventus y Liverpool, empezó a fracturarse de manera tan espectacular como fue el anuncio de la creación del torneo.
Eso dejaría a la Superliga tocada de muerte, ya que sólo se mantendrían en el proyecto los tres equipos españoles (Real Madrid, Barcelona y Atlético) y otros tantos italianos (Juventus, Inter y AC Milan).
Manchester City se convirtió en el primero en bajarse del barco, al anunciar en un comunicado que ha iniciado “formalmente el proceso para retirarse del grupo que diseña el plan para una Superliga”. La prensa especuló que el Chelsea tomaría el mismo camino, pero al cierre de esta edición no oficializaba.
En España, podrían ser Barcelona y Atlético quienes arrojasen la toalla y la prensa informó de una reunión de urgencia de los clubes rebeldes.
“Hemos escuchado atentamente la reacción de nuestros hinchas, el gobierno local y todos los que mostraron interés en este asunto”, explicó el United
“La decisión de Chelsea y Manchester City es, si se confirma, la correcta”, tuiteó el primer ministro británico, Boris Johnson. “Espero que los otros clubes que participan en la Superliga europea sigan su ejemplo”, añadió el dirigente, que había amenazado con “usar todas los medios posibles” para detener la Superliga.
En el eventual fracaso de este proyecto habría influido también la oposición mayoritaria de los hinchas.
Un millar de aficionados de diferentes clubes ingleses dejaron aparcada su rivalidad y se concentraron en los exteriores de Stamford Bridge, antes del encuentro entre Chelsea y Brighton, para mostrar su oposición a la Superliga.
Y sorprende aún más el anuncio del City por cuanto los promotores de la Superliga habían obtenido ayer una primera victoria judicial, tras la decisión de un tribunal madrileño de impedir a UEFA y FIFA actuar contra los clubes impulsores.
La decisión del tribunal madrileño llegó apenas unas horas después de que el presidente de la FIFA, Infantino, respaldase a la UEFA: los clubes fundadores de la Superliga “deberán afrontar las consec
“O estás dentro, o estás fuera”, añadió, agitando de nuevo la amenaza de la exclusión de los clubes impulsores de la Superliga y de sus jugadores de las competiciones nacionales e internacionales.
Sea cual sea el desenlace, numerosas figuras del fútbol mostraron este martes su oposición a un proyecto que dinamita el edificio piramidal del balón y la redistribución de los ingresos.
Uno de los más virulentos fue Pep Guardiola, pese a que el club que entrena, Manchester City, es uno de los 12 promotores del proyecto: “No es deporte cuando no existe la relación entre esfuerzo y recompensa”.
“No es deporte si el éxito está garantizado o si perder no tiene ninguna importancia”, insistió el técnico catalán.
En cambio, el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, se mostró más comedido y evitó opinar: “Eso es una cuestión de una sola persona, del presidente”