A la masiva constelación de satélites operados por SpaceX, que sigue creciendo, pronto se le unirán muchos más competidores para proporcionar banda ancha desde el espacio con fines comerciales, pero también para satisfacer los intereses estratégicos de los estados.
Cuando hace unos ocho años se empezó a expandir el acceso a internet de alta velocidad a través de constelaciones de satélites en órbita terrestre baja (LEO, por su sigla en inglés), los analistas esperaban que solo dos o tres empresas tuvieran éxito.
"Pero el número sigue creciendo", dijo a la AFP Caleb Henry, director de investigación de Quilty Analytics, durante la conferencia anual SATELLITE 2023, desarrollada esta semana en Washington.
Al menos ocho compañías compiten actualmente para lanzar o completar sus constelaciones de LEO, incluidos los primeros participantes SpaceX y OneWeb. Amazon prevé lanzar más de 3.200 satélites como parte de su proyecto Kuiper.
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Pero los gobiernos también están dispuestos a unirse a la carrera.
China planea lanzar 13.000 satélites como parte de su constelación GuoWang, mientras que Telesat de Canadá agregará 300 y la empresa emergente alemana Rivada, unos 600. Eso se sumará al proyecto Iris de la Unión Europea (170 satélites) y los 300 a 500 satélites que planea lanzar la Agencia de Desarrollo Espacial del ejército estadounidense.
"Se subestimó el involucramiento de los intereses soberanos" en este tema, dijo Henry.