La captura de Yimmy Leonardo Acosta Durán fue una tarea titánica para los investigadores de la Sijín de Norte de Santander, por el bajo perfil que mantenía y porque presuntamente estaba escondido en Hacarí, según las autoridades, solo salía a cobrar extorsiones y delinquir en Ocaña y Ábrego.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
La carrera criminal de Acosta Durán con el Eln inició en 2014, con el frente Carlos Armando Cauca Guerrero, que es comandado por su primo Samir Durán Durán, alias ‘Kevin’, así lo aseguraron las autoridades.
“Él inició en ese frente del Eln ‘apadrinado’ por su primo ‘Kevin’. Al principio manejaba lo que era la vigilancia de la Fuerza Pública y diferentes objetivos que le encomendaban. Luego, en 2021, asumió como uno de los líderes de las milicias urbanas de ese frente”, indicó una fuente judicial cercana al caso.
Bala y miedo: la marca de ‘Yimmy’
La extorsión, el desplazamiento y los ataques a la Fuerza Pública eran las funciones que ‘Yimmy’ desempeñaba en Hacarí, así dijeron las autoridades.
Cuando Acosta Durán llegaba a los negocios de diferentes comerciantes de la zona y los lugares donde se encontraban algunos contratistas que ejecutaban obras públicas en Hacarí, les decía que debían pagarle un ‘impuesto de guerra’ al Eln, que solo él recogía, o los desplazaba de ese municipio del Catatumbo.
Cada víctima podría llegar a entregarle hasta $2 millones mensualmente, al presunto ‘eleno’. Quienes no pagaban eran desplazados o retenidos y llevados ante ‘Kevin’, quien decidía si pediría dinero a cambio de su libertad o asesinaría, dijeron las autoridades.
‘Yimmy’ habría sido clave en el desplazamiento de por lo menos cuatro personas que residían en ese municipio del Catatumbo. Él señaló a las víctimas de ser colaboradores del Ejército y la Policía, los envío ante ‘Kevin’, quien optó por expulsarlos de ese municipio.
Las autoridades también creen que este presunto delincuente, al parecer, le entregó información a ‘Kevin’ de los movimientos cerca de la estación de Policía y la base militar del Ejército de Hacarí, para que con esos datos se planearan y ejecutaran hostigamientos contra esos sitios.
“Él se ponía un overol y se hacía pasar por un funcionario de una empresa de servicios públicos de la zona, así pasaba desapercibido por los centinelas. Para 2021, cuando ya asumió como líder de la milicia urbana, ordenó también hostigamientos”, explicó una fuente judicial.
A Acosta Durán también lo acusan de ser uno de los ‘cazadores de piratas’ que rondaban Hacarí, buscando y reteniendo a quienes no les vendían droga al Eln.
Lea: Hay 12 líderes comunales amenazados en Cúcuta
“Esa organización ilegal compra la droga y la revende y quienes se negaban, representaban una pérdida de dinero para ellos, por eso los buscaban para retenerlos y decomisarles la ‘mercancía’”, añadió la fuente.
La captura
El 3 de noviembre, las autoridades tuvieron información de que Yimmy Acosta se desplazaba en una motocicleta por la vía que comunica Hacarí con Ábrego, por lo que lo esperaron para capturarlo.
“Nosotros le habíamos hecho un operativo en Ocaña, meses antes, pero se nos escabulló. Era un tipo ‘liso’ porque se la pasaba en diferentes municipios vigilando a sus objetivos y luego se devolvía para Hacarí y se escondía”, aseguró la fuente.
Así fue como un grupo de miembros de la Sijín de Norte de Santander y del Ejército lo capturaron en el barrio Fátima, en Ábrego, en la mañana. Las autoridades supieron que el presunto delincuente guardaba armas en una casa ubicada en el barrio Pinzón Castilla, de Hacarí.
Acosta Durán tenía orden de captura por concierto para delinquir, rebelión y desplazamiento forzado, espera que un juez defina su situación jurídica.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion