En febrero de 2023, Jesús Salvador Villegas Sánchez fue capturado por la Policía de Norte de Santander, porque la Corte del Distrito Oriental de Texas (Estados Unidos) le emitió una orden de captura y extradición por narcotráfico.
Ayer, 15 meses después, las autoridades colombianas le aplicaron medidas cautelares de extinción de dominio a varios bienes que ‘Don Salva’, como le dicen de cariño a Villegas Sánchez, tiene en Cúcuta, La Parada (Villa del Rosario) y Ábrego.
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Unidades de la Dijín, provenientes de Bogotá, acompañados por uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta y de Norte de Santander, ocuparon los inmuebles que Jesús Salvador habría adquirido con dineros del narcotráfico.
En los bienes están: un establecimiento comercial en el barrio La Parada de Villa del Rosario, muy cerca de la frontera con Venezuela, una vivienda dentro de un conjunto residencial por la Avenida Los Libertadores y la estación de servicio El Laguito, en Ábrego, entre otras propiedades.
Está sería la primera parte de este operativo contra el imperio económico que habría adquirido ‘Don Salva’, pues las autoridades no paran de rastrear todos los bienes que este hombre compró, presuntamente, con dineros del narcotráfico.
Un largo historial
Jesús Salvador Villegas comenzó a estar en la mira de las autoridades internacionales desde el 30 de octubre de 2016, cuando la Policía de Curazao detuvo a dos hombres que estaban en una camioneta con 290 kilos de cocaína, dentro del aeropuerto internacional y pretendían montar la droga en una avioneta.
‘Don Salva’ es muy conocido en la provincia de Ocaña por ser el dueño de una estación de servicio y un hotel en las afueras de Ábrego. Además, en julio de 2019 fue secuestrado por un grupo de hombres fuertemente armado y semanas más tarde recuperó la libertad.
Él comenzó a ser rastreado por las autoridades de Estados Unidos, porque esa camioneta que cayó en Curazao en 2016, era la segunda vez que la usaban para el transporte de droga en la misma terminal aérea.
Ante esos hechos, la DEA asumió la investigación para establecer a qué organización narcotraficante pertenecerían los propietarios de aquel vehículo. Al ver que uno de ellos se encontraba en Norte de Santander y que fungía como un prestante empresario, se unieron con la Policía y empezaron a seguirle el rastro durante los últimos tres años.
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Se conoció que tanto las autoridades colombianas como las estadounidenses catalogaron a Jesús Salvador como un objetivo de alto valor y lo tenían dentro de los objetivos estratégicos para ser capturado en 2023, por su pedido de extradición por narcotráfico.
Según las autoridades, Jesús Salvador Villegas era un dinamizador de la criminalidad en Norte de Santander y Bolívar, además, lo hicieron responsable del envío de al menos ocho toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos, entre 2022 y 2023.
El empresario
Las autoridades colombianas, para el 2023, también señalaron que Jesús Villegas Sánchez tenía como fachada ser empresario y dueño de restaurantes, hoteles y estaciones de servicio en Norte de Santander y Magdalena, y que, presuntamente, por eso lograba lavar el dinero del narcotráfico que ganaba.
Además, tener esos negocios en la provincia de Ocaña, le habría ayudado en la producción y compra de la cocaína que presuntamente enviaba hacia Estados Unidos.
Solicitud de extradición
Desde el 21 de julio de 2021, el gobierno de Estados Unidos, por medio de su embajada en Colombia, solicitó la detención provisional con fines de extradición de Jesús Salvador Villegas Sánchez, requerido para comparecer a juicio por delitos de concierto para delinquir y tráfico de drogas ilícitas.
Dos días después, la Fiscalía emitió la orden de captura de este hombre de la provincia de Ocaña, pero solo hasta febrero de 2023 se dio la detención de ‘Don Salva’.
La acusación contra Jesús Salvador Villegas está basada en “la asociación delictuosa para la fabricación y distribución de cocaína, con la intención, conocimiento y causa razonable para creer que la cocaína será importada ilegalmente a los Estados Unidos. Además de fabricación y distribución de cinco kilogramos o más de cocaína, con la intención, conocimiento y causa razonable para creer que la cocaína será importada ilegalmente a los Estados Unidos”, según se lee en un documento que está en internet.
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