Bardomar Rafael Evaristo Perea, el presunto sicario que es sindicado de haber asesinado en Bucaramanga al ingeniero civil Óscar Andrés Plata Silva, de 40 años, también habría cometido algunos crímenes en Cúcuta.

Según una fuente extraoficial, este hombre que conocerían con el alias de El Mono, decidió irse para la capital de Santander al enterarse que acá en Cúcuta ya lo tenían en el radar de las autoridades.

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“Bardomar Rafael habría delinquido con la banda de Los Lobo, por ahí cometió unos homicidios y cuando se ‘calentó’ se fue para Bucaramanga a seguir haciendo de las suyas”, comentó la fuente.

Ahora, con ese hecho que presuntamente cometió el pasado 22 de mayo, cerca del parque Cristo Rey de Bucaramanga, volvió a quedar en evidencia el actuar de este hombre.

El crimen en Bucaramanga

El homicidio del ingeniero provocó revuelo en la capital de Santander, que está a cinco horas de Cúcuta, pues la víctima era muy conocida porque trabajó con varias constructoras. Además, tenía escolta.

De lo ocurrido, se conoció que, el ataque sicarial se dio en la carrera 10 con calle 18, del barrio Comuneros, de la capital de Santander, cuando Plata Silva y su escolta se movilizaban en un carro Chevrolet, cuando dos motociclistas se acercaron y les dispararon.

El ingeniero recibió cuatro balazos, dos en la cara, uno en el brazo derecho y  otro en el tórax. Aunque fue llevado al Hospital Universitario de Santander (HUS), falleció.

El hombre de protección recibió un tiro en un hombro, pero no fue de gravedad. Aunque este alcanzó a sacar su arma y responder al ataque, los homicidas lograron huir.
 
Pero minutos más tarde, la Policía Metropolitana de Bucaramanga logró capturar a uno de los asesinos, se trata de Bardomar Rafael Evaristo Perea, alias El Mono.

Y es que ‘El Mono’ resultó herido tras la reacción del escolta del ingeniero. Una vez fue detenido y llevado ante un fiscal, lo presentaron a un juez, y le imputaron los cargos por homicidio agravado, homicidio en grado de tentativa y porte ilegal de armas. A pesar de estar en un centro médico, el presunto sicario no aceptó su responsabilidad en el hecho.

Pese a no allanarse, el juez decidió enviar a prisión al hombre, de 33 años.

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